“Los obispos católicos son blancos especiales debido a su papel esencial dentro de la Iglesia jerárquica para asegurar la comunión con el sucesor de San Pedro”
Arzobispo Li Shan de Pekín, presidente de la Asociación Patriótica Católica China Crédito: Bundesministerium für Europa, Integration und Äusseres, CC BY 2.0, vía Wikimedia Commons. |
Un nuevo
informe detalla los esfuerzos del Partido Comunista Chino (PCCh) para
“ejercer un control total” sobre la Iglesia Católica y otras confesiones
religiosas dentro de sus fronteras y para “erradicar por la fuerza los
elementos religiosos” que el partido considere contrarios a su programa
político y normativo.
El análisis,
publicado por la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa
Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés) la semana pasada, afirma que
la política de “sinización de la religión” del PCCh viola sistemáticamente el
derecho internacionalmente protegido a la libertad de religión. El término
sinización significa adaptar algo a la cultura china, pero la política
esencialmente subordina las creencias a “la agenda política del PCCh y la
visión marxista de la religión”, asegura el informe.
Según el
informe, las autoridades chinas han ordenado la retirada de las cruces de las
iglesias y han sustituido las imágenes de Cristo y de la Virgen María por
imágenes del presidente Xi Jinping. También han censurado textos religiosos,
han obligado a los miembros del clero a predicar la ideología del PCCh y han
ordenado la exhibición de consignas del PCCh en las iglesias.
Para subordinar
las religiones al partido, el gobierno obliga a los grupos religiosos a
inscribirse en diversas “asociaciones religiosas patrióticas” y sus filiales
locales. Para las iglesias católicas, esto significa inscribirse en la
Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica en China, que oficialmente está
bajo el control de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos de China y
del Departamento de Trabajo del Frente Unido del PCCh.
Según el
informe, todo aquel que practica una religión fuera de las asociaciones
aprobadas por el Estado es considerado miembro de una “secta” y está sujeto a
las disposiciones antisectas de la legislación china, una política que ha dado
lugar a detenciones y encarcelamientos masivos. Las autoridades chinas han
aplicado las disposiciones antisectas contra los católicos clandestinos que no
reconocen la autoridad del clero respaldado por el gobierno y la distorsión de
la fe.
El comisionado
de la USCIRF, Asif Mahmood, dijo a CNA —agencia de noticias en inglés de EWTN
News— que el PCCh considera que los católicos clandestinos son una amenaza
porque no reconocen la supuesta autoridad del gobierno “para dictar la doctrina
religiosa y regular los asuntos religiosos”.
“Si bien
algunos católicos eligen practicar su culto legalmente dentro de la Asociación
Patriótica Católica China controlada por el Estado, ciertamente no son libres
ya que deben cumplir con los duros mecanismos de control e interferencia del
PCCh”, afirmó Mahmood, quien fue designado para la USCIRF por el líder de la
minoría demócrata de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados
Unidos, Hakeem Jeffries.
“En última
instancia, el gobierno chino sólo está interesado en inculcar una obediencia y
una devoción inquebrantables al PCCh, su agenda política y su visión de la
religión, no en proteger los derechos de libertad religiosa de los católicos”,
explicó Mahmood.
El informe
señala que el Vaticano firmó un acuerdo no revelado con el PCCh en 2018 que
establecía la cooperación entre las autoridades de la Iglesia y los
funcionarios chinos para el nombramiento de obispos. Sin embargo, el informe
afirma que “el gobierno ha instalado unilateralmente obispos alineados con el
PCCh sin la consulta y aprobación del Vaticano” a pesar de ese acuerdo.
“Las
autoridades siguen haciendo desaparecer a líderes religiosos católicos
clandestinos que rechazan a la Iglesia Católica controlada por el Estado, entre
ellos el Obispo Peter Shao Zhumin y el Obispo Augustine Cui Tai”, señaló
Mahmood. “El gobierno también se niega a revelar el paradero de líderes
católicos que han estado desaparecidos durante décadas, como el Obispo James Su
Zhimin”, añadió.
Nina Shea,
directora del Centro para la Libertad Religiosa del Instituto Hudson y
excomisionada de la USCIRF, comentó a CNA que el PCCh está “tratando de separar
a la Iglesia Católica en China del Papa”.
“Los obispos
católicos son blancos especiales debido a su papel esencial dentro de la
Iglesia jerárquica para asegurar la comunión con el sucesor de San Pedro”,
aseguró Shea. “Quienes se resisten [a la intrusión del gobierno] son puestos en detención indefinida sin el debido proceso, desterrados de sus sedes
episcopales, puestos bajo investigación policial de
seguridad indefinida, desaparecidos y/o impedidos de ejercer sus ministerios
episcopales”, agregó.
Shea añadió que
el acuerdo entre el Vaticano y China “no contempla la posibilidad de que los
obispos se resistan a unirse a la asociación por razones de conciencia ni
aborda la persecución religiosa”. Precisó que la persecución religiosa bajo el
gobierno de Xi es “la más represiva para los católicos chinos desde la era de
Mao”.
Los esfuerzos
del PCCh por controlar la religión no se limitan a los católicos, sino que se
extienden también a los protestantes, musulmanes, taoístas, budistas y
seguidores de las religiones populares chinas. Las autoridades chinas también
reprimen al nuevo movimiento religioso Falun Gong.
Uno de los
ejemplos más flagrantes incluidos en el informe es el internamiento forzado de
musulmanes uigures en campos de reeducación, donde deben jurar lealtad al PCCh
y renunciar a su lengua, cultura y tradiciones religiosas. El informe se
refiere a las acciones del gobierno como constitutivas de “genocidio y crímenes
contra la humanidad” contra los musulmanes uigures.
El informe también señala ejemplos de reeducación forzada contra budistas tibetanos y de eliminación o alteración de textos e imágenes religiosas. Las autoridades chinas también han destruido o alterado estatuas y templos pertenecientes a budistas y taoístas chinos, han suprimido prácticas que se consideran contrarias a sus objetivos y han obligado a exhibir consignas del PCC.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente
en CNA.
Por Tyler Arnold
Fuente: ACI
Prensa