«Tenemos que cumplir nuestro deber como católicos y contar lo que Dios pide de nosotros», afirmó
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La autora de "La Biblia para zoquetes", María Vallejo-Nágera. Dominio público |
Vallejo-Nágera, conocida por best
sellers como Un mensajero en la noche, De María a María o La Nodriza, dejó
muy claro su "target" desde el primer instante en el madrileño Café
comercial: "zoquete bíblico de pura cepa", "paleto
espiritual", imberbes confirmandos, madres con demasiados hijos para
poder leer los 73 libros bíblicos del tirón e incluso ateos que
quieran conocer la Biblia pero no se atrevan con ella.
"Nos han comido el terreno. O
despertamos o esto se acaba"
Todos ellos forman parte de un
"club privado" al que no tardó en dirigirse solemnemente y sin ningún
tono de humor: "No podemos perder más el tiempo. Los protestantes
nos han comido el terreno. O los católicos despertamos y contamos lo que
Dios pide de nosotros, o esto se acaba".
Vallejo-Nágera "sufrió"
esta sentencia en sus propias carnes. Tenía 53 años cuando comenzó sus estudios bíblicos en
la Harvard Divinity School, buscando saciar una sed de conocimiento
por la Sagrada Escritura que en España no parecía poder satisfacer.
"Era la única católica y mis
compañeros protestantes que tenían la edad de mis hijos me comían viva porque
sabían la Biblia de memoria. Las burlas eran tremendas contra los católicos.
¿En qué nos hemos equivocado? ¿Cómo he podido perderme el libro más importante
de la historia de la humanidad?", planteó ante el grupo de periodistas.
La Biblia, un libro con amor,
"cotilleos" y guerras
Finalmente, Vallejo-Nágera obtuvo en
Harvard un título en estudios bíblicos avanzados que le
"supo a poco" y que amplió al volver a Madrid, graduándose como especialista
en espiritualidad bíblica por la Universidad Pontificia de
Comillas.
Incapaz de guardar para sí lo que
aprendía sobre la Biblia, comenzó a difundirla a través de proyectos propios,
bien explicando con los textos sagrados las grandes obras del Museo del
Prado, también para embajadas o, durante la pandemia, dirigiéndose al
mundo desde Zoom. Ya en sus primeras clases, la escritora percibió que quienes
la escuchaban valoraban de ella sus conocimientos, pero también
el humor, la sencillez de las explicaciones, el alejamiento de lo
académico o su capacidad para captar los cientos de
"cotilleos", amores y detalles bíblicos.
"Me di cuenta de que la
gente de a pie, mis hijos casados, las amas de casa, los jóvenes, lo
necesitaban", relata. Pero sobre todo, la escritora percibía leyendo la
Biblia que "Dios nos habla, y los católicos tenemos que contar lo
que Él pide de nosotros".
Tras hablar con su editora, María
José López Cebrián, la escritora dio con la forma de hacer accesible un
libro caracterizado precisamente por su complejidad: el primer tomo
de La Biblia para zoquetes abarca
desde el instante mismo de la creación del universo hasta la aparición de Abrahám,
combinando a partes iguales anécdotas y humor con rápidas explicaciones
del primer pecado, las hipótesis existentes sobre
la presencia de "gigantes" en la Biblia o una exhaustiva combinación
de historia y arqueología en lo relativo a Noé.
Leer la Biblia, "nuestra labor
como católicos"
Fruto de este objetivo es el de
acercar literalmente al lector a los lugares donde le transportan los relatos
bíblicos. En palabras de la escritora, el libro "está escrito para que
el lector se meta en el personaje y que, cuando atravesemos el
desierto con el faraón detrás nuestro achuchándonos, nos pongamos las babuchas
y nos subamos al camello. Sin traspasar estas barreras y meternos en
ese espacio y tiempo, no hay forma de entenderlo", subraya.
Pero tras el lenguaje ameno,
sencillo y cercano, Vallejo-Nágera no oculta la gran responsabilidad que
esconde su Biblia para Zoquetes. Tras su experiencia de estudio
bíblico en Harvard, la escritora sabe que aquello del "católico ignorante
futuro protestante" puede ser mucho más que un simple dicho.
"Lo que quiero es eso, cumplir
nuestra labor como católicos, espabilarnos y leer la Biblia. Se tiene que leer
en familia y tiene que contar con un lugar primordial en casa. En
Harvard hablaba con chicos de 20 años que me dejaban patidifusa y me dio mucha
rabia. ¡Nos han comido el terreno!", lamentaba.
La potencia espiritual de "la
garganta de Dios hablando"
Más allá de lo formativo y
estrictamente argumental, la escritora también considera una misión facilitar
comprensión "un libro sobrenatural" como es la Biblia, a
la que se refiere como la "garganta de Dios hablando".
"Se ha quedado en un papel
donde nos habla directamente. Tiene muchísima potencia espiritual.
Cuando era pequeña, en los hoteles de Nueva York abría los cajones y todos
tenían una Biblia [protestante]. Allí se suicidaba la gente, tirándose desde un
piso 22, y cuando pusieron las Biblias, la gente se dejaba de matar",
ejemplifica.
Como gran conocedora de Medjugorje e
impulsora de una miríada de peregrinaciones, la escritora también recordó la
importancia de la Biblia en la aldea de las apariciones, que acaba de recibir
el Nihil obstat de la Santa Sede. Los videntes, dijo,
"desde pequeños la Virgen les decía que el mensaje de la Virgen
era leer la Biblia en familia, hasta el punto de que en Medjugorje las
familias la tienen en un lugar primordial de la casa y la leen juntos".
La Biblia, un círculo perfecto
Entre otros aspectos de interés y
los que pretenden contribuir sus volúmenes es el del orden y modo de leer la
Biblia. Tras su estudio en Harvard y Comillas, Vallejo-Nágera destaca como
muchos de sus "zoquetes bíblicos" le reconocen leer el texto sagrado
sin orden alguno, empezando incluso por el Nuevo Testamento. Algo que, a su
juicio, se queda "cojo", pues "la Biblia no se puede separar.
Hay que empezar por el principio, está todo unido, es como un
cordón umbilical que del Génesis llega al Apocalipsis y vuelve a comenzar,
como un círculo perfecto".
También incluye dosis de una
apologética, referida también incluso a católicos que o desconocen o no
creen en lo narrado por las Escrituras. Hablando del génesis como el
fragmento "más complicado" de analizar, desvela que en no pocas
ocasiones le dicen: "`Pobre, es que se cree la Biblia entera´. Pero es
que creo que existió Moisés. Y si no, ¿qué pasa con todo lo que
hemos encontrado en la arqueología? ¿Por qué sino la Iglesia ha puesto un día
de San Moisés? Esa no fue la Iglesia primitiva, esa fue y es nuestra
Iglesia. Este es mi carácter y soy una guerrera".
La escritora concluyó recordando
cómo algunas de sus alumnas terminaron por comenzar entusiasmadas la carrera de
teología al concluir las clases de Vallejo-Nágera en el Museo del Prado,
plasmándose así uno de los grandes objetivos de su publicación.
"Esa es la conclusión. Es muy
difícil leer la Biblia, yo solo intento hacerla más atractiva, más
fácil, que se pase bien leyéndola y se enamoren de ella", agregó.
José María Carrera
Fuente: ReL