El próximo lunes comienza su visita a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur
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Foto: Vatican News. Dominio público |
Todos ellos son Iglesias jóvenes, que
necesitan el apoyo de misioneros y reciben el apoyo anual de todos los
católicos del mundo a través de Obras Misionales Pontificias (OMP). Una
misionera colombiana desde Indonesia explica cómo están viviendo este
acontecimiento desde el primer país de la visita papal.
“Esperamos al Papa con mucha esperanza y
alegría”, explica la hermana Ana Emilce Parra, una misionera Sierva de los
Enfermos en Indonesia. Todo está listo. “La catedral de Yakarta estaba muy
deteriorada, y es pequeña porque hay muy pocos católicos. Desde mayo han estado
arreglándola”, explica esta colombiana de 45 años quien, aunque no puede
asistir a los encuentros, estuvo en Yakarta hace unos días y pudo ver entre
otras cosas cómo estaban colocando la silla donde se sentará el
Papa Francisco. Junto a la catedral, han acondicionado un museo
y un parque para diversos encuentros. Por las calles hay carteles que dan la
bienvenida al Santo Padre. “Es bastante emotivo ver en Yakarta frases alusivas
al Papa”, afirma.
“La presencia a veces mínima de la
Iglesia católica en estas islas de Indonesia es de un beneficio muy grande”,
explica Ana Emilce. “La Iglesia católica hace un gran servicio de ayuda,
presencia, enseñanza, salud…”. Ella misma se encarga de visitar enfermos en sus
casas –es el carisma de su congregación- por Larantuka. En un país
mayoritariamente musulmán (solo 3% de la población se declara católica), la
presencia de los católicos en las islas de Indonesia es muy heterogénea. En la
Isla de Flores se concentran muchos, pero según esta Sierva de los Enfermos,
hay islas en las que la presencia es muy pequeña, incluso a veces oculta. Y con
ellos permanecen misioneros para acompañarles en su fe. “Es un regalo la visita
del Papa a estos hermanos nuestros, que han mantenido la fe contra viento y
marea”.
La misionera es consciente del
esfuerzo que va a hacer el Papa Francisco en llegar a países tan lejanos. Sin
embargo, merece la pena. “Hay grandes expectativas de unidad, diálogo y
encuentro”, afirma. “Todos los católicos aquí son muy solemnes”, explica la Ana
Emilce, que disfruta mucho del cuidado con el que celebran la liturgia. “Sé que
el Papa Francisco va a estar feliz”.
Como
todas las diócesis de Indonesia son Iglesias jóvenes, consideradas territorios
de misión, cada año son ayudados por parte de la Santa Sede a través de Obras
Misionales Pontificias (OMP), que canaliza la generosidad de todos los
católicos del mundo que colaboran con la misión en Jornadas tan conocidas como
las de Domund, Infancia Misionera o Vocaciones Nativas. En los últimos 5 años,
Obras Misionales Pontificias ha apoyado a la evangelización en Indonesia con 14
millones de dólares.
La gran
mayoría -8.711.155$- a través del Domund. De este dinero, cada una de las
diócesis recibe cada año una ayuda fija destinada a los gastos diarios de la
diócesis. Se apoyan también necesidades puntuales que van surgiendo en la tarea
misionera: compra de terrenos para parroquias en sitios donde antes no había
llegado la Iglesia, construcción de conventos para los misioneros de diversas
congregaciones (franciscanos/as, pasionistas, agustinos, Verbo Divino…),
traducción de la Biblia a lenguas locales… Y por supuesto, también para la
evangelización a través de la caridad: 25.000$ para construir un internado de
chicas, 35.000$ para ampliar un ambulatorio diocesano…
Además
de las ayudas del Domund, desde OMP también se ha enviado cerca de un millón de
dólares para proyectos infantiles con Infancia Misionera (evangelización, educación,
atención sanitaria…). Y por otro lado, cada año se apoya a los futuros
sacerdotes diocesanos de Indonesia. En el último lustro, desde la Obra
Pontificia de San Pedro Apóstol, se han enviado más de cuatro millones de
dólares para apoyar a los 16 seminarios diocesanos del país, en los que hay en
la actualidad 3.631 seminaristas.
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