El P. Eduardo Hayen, director del semanario Presencia de la diócesis mexicana de Ciudad Juárez, y el P. José Antonio Fortea responden a la pregunta de si un demonio puede aparecer con un cuerpo humano
Imagen referencial. | Crédito: Pixabay |
“Los demonios
son inmateriales, no tienen cuerpo”, escribió el P. Hayen en su cuenta de la
red social X (antes Twitter),
el 13 de agosto de 2022.
Sin embargo,
precisó, “por permisión divina y con límites puestos por Dios pueden aparecer
ante los hombres tomando la forma de engendros monstruosos, animales, hombres
oscuros o gnomos. Los padres del desierto y algunos santos tuvieron esta
vivencia”.
El sacerdote
resaltó además que los demonios no pueden decidir qué apariencia tendrían. “Los
demonios no pueden tomar la forma que ellos quisieran. Podrían hacerlo, pero
Dios no lo permite por la confusión que se generaría en el mundo”, destacó.
“También pueden
tener influjos en los cuerpos de las personas, por ejemplo provocando
enfermedades o golpes. Sin duda la peor forma de su acción extraordinaria es la
posesión del cuerpo de una persona”, concluyó el P. Hayen.
La posesión
demoniaca es una situación que requiere la ayuda de un sacerdote exorcista.
El P. Fortea
y la Summa Demoniaca
En su
libro Summa Demoniaca, el famoso teólogo español José Antonio
Fortea explica que, efectivamente, “los demonios no tienen una forma visible
determinada, su forma es inmaterial. Por lo tanto, si se manifiestan de forma
visible, podrían adoptar cualquier forma que desearan”.
“Cualquier
forma por bella que fuera, humana o angélica, entra dentro de la capacidad de
su poder. Podrían aparecerse con la forma de un sacerdote conocido, de nuestro
confesor, del Santo Padre. Como es lógico, tal situación crearía una
inseguridad total, así que Dios no lo permite”, resalta el experto
en demonología.
En ese sentido,
prosigue el sacerdote español, “Dios, mirando nuestro bien, no sólo no les
permite este tipo de apariciones tan sumamente engañosas, sino que ni siquiera
les permite aparecerse de cualquier manera, sino sólo en ciertos modos
determinados”.
Esto, explicó,
sirve “para que así nos quede claro a nosotros, que somos como niños al lado de
ellos, el carácter maléfico del que se aparece”.
“Y así Dios
sólo les permite aparecerse como sombras que se mueven, como engendros
monstruosos, como hombres pequeños de color muy negro”, señala el teólogo
español.
¿El diablo
es una serpiente o un dragón?
El P. Fortea
explica también que “cuando decimos que Satán es un dragón o una serpiente, lo
que queremos decir es que tiene el carácter monstruoso, fiero, venenoso y
astuto de esos seres”.
Sin embargo,
precisa el experto, “en ningún caso que tenga esa forma visual, ya que sigue
siendo un bellísimo ángel en su naturaleza, aunque repugnante en su aspecto
moral”.
“La deformación
él la ha sufrido sólo en su persona, pero no en su naturaleza. Su ser personal
se ha deformado, pero su naturaleza permanece y permanecerá intacta haga lo que
haga”, continuó.
El P. Fortea
remarca finalmente que “dado que ambas cosas son inseparables, él
auténticamente es un monstruo, un ser deforme, alguien que produce repugnancia
y aversión”.
Por Walter
Sánchez Silva
Fuente: ACI
Prensa