La fiesta de la Virgen del Carmen y un testimonio se ha vuelto realmente interesante, el del padre Daniel Steiner Ebert, que lleva viajando por Dinamarca dos años para promover la devoción al "escapulario marrón". Ha entregado ya 300 escapularios.
Sin
embargo, todo cambió a los 16 años, cuando asistió a un servicio de alabanza y
adoración en su internado evangélico. De repente, abrumado por una sensación de maldad, el joven danés salió
corriendo, agarrando su rosario y gritando: "Elijo a Jesucristo".
El rostro de Jesús... y un mensaje de
María
"De
repente vi que se acercaban miles de esferas brillantes. Su luz se hizo más fuerte y la
esfera más cercana comenzó lentamente a formar un rostro: vi el rostro de Jesús.
Era el mismo rostro humano que en la Sábana Santa de Turín, pero sin heridas,
dolor o sufrimiento", asegura el sacerdote.
Dios
le habló claramente, recordó el padre Ebert. "Me dijo: 'Vas a ser
mío'". Después de un
año de rehabilitación en el extranjero, Daniel regresó a Dinamarca, reanudó
sus estudios y trabajó como maestro de escuela. También hizo su primera
comunión y recibió el sacramento de la Confirmación.
Daniel entró al seminario cuando tenía 25
años y fue ordenado sacerdote ocho años después, a los 33 años, en la
fiesta de la Transfiguración. "Soy de una familia carmelita. Mi padre ha sido
maestro de novicios de la Tercera Orden Carmelita en Dinamarca durante los
últimos 14 años. Su hermana, mi tía, era hermana carmelita. Mi hermano menor,
Jonathan, ahora es el hermano Jonathan María de la Cruz", comenta.
En
2022, Daniel fundó la Fraternidad del Escapulario. "En realidad, empezó
antes de mi ordenación, cuando mi director espiritual me envió a Fátima para
hacer un retiro. El penúltimo día, mientras rezaba, escuché a la Santísima Madre pidiéndome que le diera el
escapulario marrón a una mujer que conocía en Dinamarca", dice el
sacerdote.
"Escuché
y obedecí. Tan pronto como terminó mi retiro, llamé a la mujer y le dije que
pensaba que necesitaba el escapulario. Ella no lo entendía, pero confió en mí y
le entregué el Escapulario Marrón". La gente empezó a preguntarle por el escapulario, qué era y qué
significaba. "No eran sólo una o dos personas, sino cerca de 50",
dice el sacerdote.
La
parroquia vecina se enteró y llamó al padre Ebert, pidiéndole que fuera a dar
catequesis sobre el "escapulario marrón". "Pronto se cumplirán dos años desde que comencé a viajar por
Dinamarca de parroquia en parroquia, para predicar sobre el
escapulario. He registrado a unas 300 personas", asegura.
Una tradición muy antigua
La
Virgen se apareció al sacerdote inglés Simon Stock en 1251 para entregarle el
hábito marrón de los carmelitas: "Quien muera vestido con este escapulario
no sufrirá los fuegos del infierno". En los siglos posteriores a la
aparición, la devoción en
torno al "escapulario marrón" se extendió a través de la piedad
popular, llegando a ser conocida en la Iglesia universal.
"María
ha bendecido todo lo que hemos hecho. Incluso cuando nos quedamos sin
escapularios, un
benefactor donó 1.500 dólares para que los compráramos. Encargamos nuevos
escapularios al Carmelo del Líbano y solo tardaron dos días en llegar a
Dinamarca, que ya de por sí es algo milagroso", relata Daniel.
Ebert
explicar que quien lleva el escapulario marrón no hace ningún voto, "lo
que haces es ponerte delante de María, pidiéndole ser su hija, estar bajo su
protección y ser su discípula". "Mi esperanza es que todos los católicos de Dinamarca lleguen a amar a
María y que Dinamarca se vuelva completamente mariana. Mi sueño es que Dinamarca algún día diga 'Totus Tuus':
'María, soy completamente tuya'", concluye Daniel.
Fuente: ReL