El exorcista italiano P. Benigno Palilla señaló que una mujer poseída por el diablo fue liberada un Viernes Santo gracias a las oraciones y al “ayuno generoso” de unas 50 personas de su comunidad parroquial
Imagen referencial. Crédito: Unsplash |
El sacerdote, consejero de la
Asociación Internacional de Exorcistas y guía del centro de formación Juan
Pablo II en Sicilia, relató el caso de María en una entrevista al diario italiano Avvenire en 2018, con
ocasión del 14° encuentro de formación regional que tuvo lugar en Palermo, en
el que participaron 44 sacerdotes.
El P. Palilla relató que María,
cuando asistía a la capilla de San Isidoro, ya llevaba cinco años de posesión
demoniaca.
“Tenía reacciones durante la Misa:
interrumpía la homilía, en la lectura del Evangelio, pero los fieles que
participaban ya estaban formados en esto y rezaban por ella”, contó.
“El dolor que sufría esta mujer era
increíble: recibía como puñaladas en el cuerpo, se contorsionaba, y después sin
razón alguna mostraba odio al esposo y al hijo”, recordó el sacerdote de los
frailes menores renovados.
Sin embargo, en la Semana Santa de
2017 los sacerdotes que guiaban la capilla consideraron que “tuvo un papel
importante para la liberación que unas 50 personas” hicieran un ayuno
“generoso” por la liberación de María.
El sacerdote resaltó que la
liberación se dio el Viernes Santo durante la adoración de la Cruz: “Recuerdo
que, en la banca en la que estaba, María alababa al Señor por primera vez. Fui
con ella y la acompañé a besar la cruz, pero ella la abrazó y rompió en
lágrimas, y con ella toda la asamblea. Además, al momento de la Comunión logró
recibir tranquilamente la Eucaristía”.
El exorcista narró que “fue un
momento comunitario extraordinario, una liberación en directo, a la que
contribuyeron todos con oración y ayuno, también un hombre diabético, que no
debía privarse del alimento en razón de su enfermedad; y una niña de siete años
que conocía la historia”.
En la Vigilia Pascual, refirió el
sacerdote, María pudo participar con su esposo y su hijo; y ella compartió que
siempre se sintió "acogida, nunca excluida”.
Para el sacerdote es importante
“estar muy atentos a tener una actitud justa ante los padecimientos de quien
sufre por vejaciones, posesiones. Muchas veces lo que pasa es que estas
personas parecen no existir en el registro de la Iglesia, son consideradas
descartables”.
Para concluir, el exorcista comentó
que “a veces algunos tienen miedo de contagiarse, pero el primer contagiado
debería ser yo porque ya tengo 18 años en medio de ellos (los posesos). Estas
personas ya portan una cruz, imaginemos si una comunidad toma distancia de
ellos. Es necesario tener sensibilidad, misericordia. El Papa nos ha invitado a
tener amor y predilección por ellos”.
Desde el año 2015 el P. Palilla
participa en el curso de formación anual que promueve el Vaticano para
exorcistas.
En Sicilia, explica Avvenire,
el ministerio de los exorcistas está acompañado y sostenido por grupos de
fieles que acogen a las personas turbadas por el demonio; que siguen un
especial camino de vida espiritual con la recepción frecuente de los
sacramentos.
En la parroquia Santa María de los
Ángeles en Palermo, dijo el P. Palilla en febrero de 2016, “hay una comunidad
de 700 personas involucradas en la oración por todos aquellos que viven esta
difícil situación”.
De otro lado, en una entrevista
concedida a Radio Vaticana en 2016, el exorcista advirtió que “el arma más
peligrosa del demonio no es tanto la vejación ni la posesión o la infestación:
el arma más peligrosa es la de la tentación del pecado. Con el pecado
verdaderamente el demonio nos posee, entramos bajo su poder”.
Ante esta situación, subrayó, no solo son importantes los exorcismos,
sino “evangelizar, evangelizar y evangelizar”. Ante esta situación,
subrayó, no solo son importantes los exorcismos, sino “evangelizar, evangelizar
y evangelizar”.
Por Walter
Sánchez Silva
Fuente: ACI
Prensa