Por medio de un mensaje de video, el Santo Padre felicitó a los cuatro galardonados por sus esfuerzos por vivir y promover la Fraternidad Humana en distintas partes del mundo
![]() |
Un encuentro privado sostuvo el Papa Francisco la semana pasada con los ganadores del Premio Zayed 2024, |
La semana
pasada Francisco había recibido a los premiados en el Vaticano para
felicitarlos y conocer más de sus obras.
Apenas caída la
tarde en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, se inició la
ceremonia de entrega del Premio Zayed 2024. Por quinto año este galardón
reconoce a personas de diversos credos y latitudes que, a través de sus obras,
promueven los valores plasmados en el histórico Documento
sobre la Fraternidad Humana, firmado en 2019 por el Papa Francisco y el
Gran Imán de Al-Azhar, Ahmed Al-Tayeb. Ambas autoridades religiosas, uno líder
católico y el otro, de la corriente islámica sunita, se hicieron presentes a
través de un hermoso video para felicitar a los ganadores de este año y, a
partir de sus testimonios, seguir animando la propagación de la fraternidad
humana a escala global.
Llenos de
emoción y gratitud, subieron al escenario a recibir sus trofeos del Premio
Zayed, la chilena Nelly León, religiosa del Buen Pastor y líder de la Fundación
Mujer Levántate, que acompaña la reinserción social de mujeres privadas de
libertad; el cirujano cardiaco egipcio, Sir Magdi Yacoub, que ha dedicado su
vida a atender y sanar niños de escasos recursos; y los representantes de las
dos más grandes organizaciones de beneficencia de Indonesia, Nahdlatul Ulama y
Muhammadiyah.
Un ejemplo que
es estímulo para otros
Aprovechando de
conmemorar el día de la Fraternidad Humana, celebrado este 4 de febrero, y ante
un público de diversas procedencias religiosas, el Papa Francisco recordó que
“desde el respeto a nuestras diferentes culturas y tradiciones, la fraternidad
debe construirse como una barrera contra el odio, la violencia y la
injusticia”.
El Pontífice
habló por medio de un mensaje de video proyectado durante la ceremonia, en el
que también se dirigió a los galardonados con el Premio Zayed, insistiendo en
que a ellos “se les reconoce su compromiso solidario con el progreso de la
humanidad y la promoción de la convivencia pacífica. Les doy las gracias y
confío en que su ejemplo haya significado un estímulo para que otros emprendan
iniciativas nacidas de la colaboración fructífera entre personas de distintas
religiones al servicio de toda la humanidad, con respeto a la vida de cada uno,
promoviendo los valores propuestos en el Documento sobre la Fraternidad
Humana”, expresó el Santo Padre.
Sus palabras
nacieron también del encuentro que Francisco sostuvo hace pocos días con los
premiados, quienes lo visitaron personalmente en el Vaticano y pudieron
contarle de modo más íntimo acerca de aquellas obras en que se han gastado la
vida. En dicha ocasión el Sucesor de Pedro agradeció el servicio que realizan y
les confió un deseo personal: "Sigan sembrando esperanza".
Quienes
recibieron el galardón también se reunieron reservadamente en el Emirates
Palace de Abu Dabi con el Gran Imán de Al-Azhar. En una dinámica similar a la
que tuvieron con el Papa Francisco, cada uno pudo explicarle los pormenores del
servicio que realizan para la promoción humana, que terminan siendo una
contribución local para la paz mundial y la convivencia común.
“Un premio bien
merecido”
El Gran Imán de
Al-Azhar tuvo palabras encomiables para todos los premiados, asegurando que han
recibido un premio bien merecido.
Al saludar a la
hermana Nelly León expresó sus "felicidades a la humanidad por contar con
personas como usted. Le deseo a usted y a su organización más éxitos en el
futuro". Por su obra como cardiólogo de niños de escasísimos
recursos, el Gran Imán le dijo al doctor Magdi Yacoub que el reconocimiento que
recibe es "un testimonio de tus logros locales, regionales y
mundiales, y siempre seguirás siendo un motivo de orgullo para todos los
egipcios y todos los árabes".
Cuando fue el
turno de reconocer a las asociaciones de beneficencia de Indonesia, el líder
sunita los felicitó por sus esfuerzos y les aseguró que reza para que
"Dios bendiga sus esfuerzos y los guíe en su trabajo por el bien de su
país y de la humanidad".
La voz de los
premiados
Visiblemente
conmovida y agradeciendo que la mirada del jurado del premio hubiese viajado
más de 14 mil kilómetros para fijarse en su obra en una cárcel en Santiago de
Chile, la hermana Nelly León manifestó que ella optó por hacerse hermana de las
mujeres privadas de libertad para que “la sociedad las vea y también las trate
fraternalmente”.
Además, se
refirió a su relación con las mujeres en la cárcel, con las cuales muchas veces
comparte un amor materno que ellas nunca conocieron. “Soy testigo de cuánto
desean ser amadas, respetadas y dignificadas, nada diferente de lo que yo y
todos nosotros deseamos en esta vida. Cuando ellas descubren que son dignas de
ser amadas, toman conciencia de que también pueden ofrecer a sus hijos ese amor
que les había sido arrebatado desde pequeñas. La sanación humana nos permite
avanzar hacia un trabajo más sistemático”, aseveró la presidenta de la
Fundación Mujer Levántate.
El indonesio
Yahya Cholil Staquf, representante de la organización Nahdlatul Ulama,
aprovechó la ocasión del premio para “invitar a las personas de buena voluntad
de todas las creencias y naciones a que se unan a nosotros en la construcción
de un movimiento global que fomente el surgimiento de un orden mundial
verdaderamente justo y armonioso, basado en el respeto de la igualdad de
derechos y la dignidad de todos los seres humanos”.
La fuerza de la
presencia de Dios
Representando
al Papa Francisco entre los miembros del jurado estuvo el cardenal Leonardo
Sandri, vicedecano del Colegio Cardenalicio, quien destacó cómo estas obras son
más que filantropía, porque siguiendo los criterios del Documento sobre la
Fraternidad Humana, los premiados han sido movidos por su fe en Dios para
realizar sus obras.
“Yo he visto en
estas personas justamente esa fuerza de la presencia de Dios que transforma la
vida y las hace salir al servicio de los demás, de la dignidad humana, al
servicio de la dignidad de la mujer”, sentenció el prelado, que también asistió
a la ceremonia de premiación, que concluyó hacia las ocho de la noche de Abu
Dabi, con el inmenso Monumento del Fundador de los Emiratos Árabes Unidos como
trasfondo.
Felipe
Herrera-Espaliat, enviado especial de Vatican News a Abu Dabi
Vatican News