San Juan Bosco, conocido como el patrono de los jóvenes, ha dejado un gran legado en los jóvenes alrededor del mundo
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San Juan Bosco, conocido también de manera cariñosa como Don Bosco, es, sin duda, un ejemplo para chicos y
grandes.
Su historia, servicio y carisma hacia los jóvenes lo han hecho prevalecer
en cada corazón, haciendo vida sus enseñanzas, que se transmiten de joven a
joven: en la escuela, en el trabajo e incluso en las charlas con amigos.
Don Bosco, no se limitaba a compartir su testimonio de servicio y alegría,
pues para ser santos en lo cotidiano es necesario seguir esta fórmula muy
particular que él compartió: alegría, más estudio y amistad con Dios. ¡Es el
mejor programa para hacerte feliz y que más te beneficiará!
Aleteia pidió a diferentes jóvenes mexicanos que compartieran la forma en
la que Don Bosco los ha inspirado en su día a día y en su vocación, ya que
llevan la espiritualidad salesiana. Algunos fueron
estudiantes salesianos, otros son maestros y otros más son sacerdotes o hijas
de María Auxiliadora, congregación de religiosas fundada por el mismo santo.
«Algo que aprendí de Don Bosco y
que llevo en mi vida es: vivir mi juventud sirviendo a los demás, ya que el que
no vive para servir no sirve para vivir».
-Natalia González, joven
salesiana.
«Desde siempre me he identificado
mucho con Don Bosco y con la espiritualidad de san Francisco de Sales. Cuando era más
joven, me iluminaba y motivaba el hecho de que su pasión fuera la salvación de
la juventud. Ahora que soy sacerdote, quiero que esa misma sea mi pasión; por
lo que busco vivir e inculcar los valores que para él fueron importantes en los
jóvenes. Invitándolos a estar alegres para alcanzar la santidad.
No una alegría vacía, sino una
que brota de saber que se ama mucho a Nuestro Señor y que se está en su
amistad. Su mensaje de que se puede encontrar a Dios en la vida y el trabajo
cotidiano sigue siendo novedoso».
-Gerardo Torres, sacerdote
diocesano.
«Siempre que tengo problemas, me
ayuda a recordar que no estoy sola, y que María quiere ayudarme… Cuando he
estado muy muy preocupada, lo primero que viene a mi mente es repetir María
Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros. He sido testigo de que María ha
intercedido por milagros muy muy grandes».
-Mayela Torres, joven y directora
salesiana.
«La frase de Don Bosco que
intento hacer vida es aquella que se encuentra en la Cruz que nos dan el día de
nuestra profesión perpetua: ‘Studia di farti amare’ (procura o
estudia el hacerte amar).
Es el programa de vida que
asumimos los salesianos y que yo he intentado hacer a través de la amabilidad,
la cercanía, el buen trato y la misericordia expresada en el sacramento de la
reconciliación… En fin, el hacerme amar es la forma en que busco hacerme signo
y portador del amor de Dios a los jóvenes, especialmente a los más necesitados.
Este es un programa de vida que durará todo lo que yo esté en este mundo y
espero, con la gracia de Dios, poder hacerlo».
-Andrés Luna Guajardo, sacerdote
salesiano.
«Lo que he aprendido de Don Bosco
es que ser salesiano es: ser gentil, solidario, bondadoso y servicial. Ya que
invitaba a los demás para que lo conozcan y para que tuvieran siempre una
actitud positiva ante todo».
-Miguel González, estudiante
salesiano.
«Supe que era el padre de los
niños huérfanos y ahí fue donde empecé a sentirme acompañada por un Santo. En
el primer día de escuela en mi colegio salesiano (secundaria) sentí un rechazo
total al cambio, tuve mucho miedo. Hasta que un Salesiano vio en mí ese terror.
Me dijo: ‘Regalate la oportunidad de amar 15 cosas de tu presente’. No pasó
mucho tiempo para darme cuenta que mi opción era Cristo, pero mi estilo Don
Bosco; un estilo lleno de alegría y muchos sueños.
Han pasado 14 años desde aquel
entonces, ahora estoy del otro lado, trabajando en la pastoral del colegio y,
de la mano de María Auxiliadora, deseo poder ser el Don Bosco que algún joven
necesite!»
-Ana Sofía Díaz Orozco, exalumna
y maestra.
Karen Hutch
Fuente: Aleteia