El directivo de la compañía y una de sus filiales, Barcel, Alejandro Pintado, ha sido el primer invitado del nuevo programa de Creo tv, Creando fe y valor, dirigido por Leticia Ponce para difundir la visión y experiencia de aquellos que creen la fe tiene mucho que decir en el desarrollo de la empresa.
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Alejandro Pintado, director de la filial de Bimbo, Barcel, en México. Dominio público |
En
1937, Lorenzo Servitje no
alcanzaba los 20 años y desde los 14 tenía claro que quería entregar su vida
a servir a Dios como sacerdote. Estaba a punto de marchar al
seminario cuando la muerte de su padre, panadero en la pastelería El Molino desde 1928,
le llevaría a tener que hacerse cargo del negocio familiar.
La
decisión no fue fácil para Servitje, convencido de que "había nacido para
servir" y el sacerdocio era donde mejor podía hacerlo. Con la nueva
responsabilidad de mantener a su familia, el joven accedió a hacerse cargo de
El Molino, pero con una premisa: "Ayudaré si hacemos que esta panadería
sirva y yo a través de ella. Pagaremos bien a los proveedores, pagaremos
buenos salarios y venderemos el pan lo más barato posible", relata
Pintado.
No
hubo peros. Lorenzo mantuvo la panadería familiar hasta que en 1945 fundó, de
la mano de Jaime Jorba, Jaime Sendra, Alfonso Velasco y José T. Mata, Panificación
Bimbo, dedicada a la fabricación de pan de molde o de "caja".
Todo empezó con 45 personas, 10 ambulancias viejas de la Cruz
Roja como vehículos distribución y una antigua línea de producción.
Servitje
fue su primer gerente durante casi 20 años, permaneciendo desde 1963 en la
presidencia y el consejo de administración.
El ideal Bimbo, servir y procurar el bien de
los trabajadores
Fallecido
en 2017, nunca ocultó su fe,
su convencimiento en el respeto por la dignidad de la persona, en la
vida y el matrimonio. Tampoco su compromiso con "procurar el
bien" de sus trabajadores, con que la empresa sea "plenamente
humana" y que cumpla su "importante papel en la creación de riqueza y
empleo".
Cerca
de cumplirse los 80 años desde su fundación, la visión de su fundador se
conserva en el alma y estructura de la empresa, manteniendo "su
ideal de servir".
A
sus 55 años, Pintado afirma haber cruzado "el entretiempo" de la vida
y como directivo en la compañía, es uno de los responsables de mantener
"el toque" Servitje.
Recuerda
a su madre como la "embajadora" de su educación religiosa desde la
infancia. Pero cuando fue contratado en Bimbo a los 19 años, todavía "no
pensaba que tuviese un deber social donde aportar" y él mismo "seguía
siendo el centro de la vida".
Conforme
progresaba en la compañía, se fue impregnando del "deber de la
empresa con la gente" gracias al estrecho contacto que mantuvo
con el fundador. También, en pleno ascenso, dedicó dos años a trabajar sobre el
terreno y conocer la realidad de las "tienditas" en México -en
2022 había más de un millón de
estos micronegocios domésticos en todo el país-. La experiencia le ayudó a
"percibir la realidad social", sensibilizarse con los
trabajadores y darse cuenta de que "la finalidad de la vida era algo más
que salir".
La fe, integrada por completo en la familia
Pintado
está casado desde hace 27 años con Pilar con quien tiene cuatro hijos. Mientras
expandía Bimbo por el mundo, compaginaba largos viajes con la convicción de
mantener a su familia unida y basada en una fe que "entra
totalmente" en su matrimonio.
Menciona
la importancia del crecimiento en virtud de la familia y la "admiración
mutua" como uno de los secretos para "dormir en paz", aún pese a
las cargas laborales.
La
fe también supone una responsabilidad con su equipo y empleados de
la compañía. En este sentido, afirma tener una "posición
privilegiada" que le permite "hacer cosas que no podría en otras
organizaciones más burocráticas" y que carecen de las condiciones
necesarias para "estar en una compañía que sí vive por la persona".
Un ángel le salvó de la muerte: el misterioso
"Sargento Gómez"
Pero
Bimbo no es el único proyecto que Pintado busca expandir por todo el orbe.
Recuerda
el año 2018. Estaba disfrutando de una jornada de ciclismo, una de sus
pasiones, cuando en pleno descenso a 60 kilómetros por hora con un
amigo cayó e impactó sobre la carretera, inconsciente y sin
respiración. Su compañero tenía pocos segundos para tomar la decisión de
moverle y poner en riesgo su movilidad de por vida o, en su defecto, ver cómo
moría de asfixia.
De
la nada, apareció un hombre en una moto, desbloqueó sus vías respiratorias y
ordenó llevarle al hospital de inmediato. Se hacía llamar "Sargento
Gómez".
Con
Pintado recuperándose, su amigo decidió ir al regimiento militar para agradecer
la ayuda de aquel hombre. "Aquí no hay ningún Sargento Gómez. No existe",
le respondieron. Hoy, sin saber nada de su benefactor, le describe como
"un ángel, una divinidad".
Tiempo
después, comenzó a rezar cada noche, meditando "qué puerta abrir" y "cómo
devolver" a Dios lo recibido con su salvación, sin respuesta aparente.
Entretiempo: cómo colocar a Dios en el centro
Un
día, reunido con un conocido impulsor de retiros espirituales en Argentina,
recibió la propuesta de erigir la iniciativa en México.
Cargado
de objeciones, Pintado miró al cielo y escuchó "la señal". "Ahí
estaba la puerta. No sé cómo lo vamos a hacer, pero lo vamos a hacer.
A partir de esa mitad de mi vida, me di cuenta de que podía aportar mucho más
que solo trabajar,
o solo hacer triatlones o solo estar con la familia".
Fue
el germen de Entretiempo en
México, un retiro que compara a los de Emaús y que combinando fe y psicología
pretende ofrecer la respuesta a la pregunta de "quién es Dios en mi
vida y cómo dejar de estar en el centro para que estén Dios, la
familia y fuera tú, siendo útil para ellos".
Desde
su origen en 2019, se cuentan por cientos personas las que han asistido al
retiro Entretiempo en
México, siendo consciente de cómo muchas vidas han cambiado.
Actualmente
se reúne cada semana con los equipos de Argentina y México para
consolidar los retiros y expandirlos a otros países. También se encuentra
asentado en Chile y Miami.
Los
retiros se dividen en tres secciones, el encuentro con uno mismo, con Dios y
con los demás, y emplea pasajes bíblicos para hablar y profundizar en temas
centrales de la vida espiritual.
"No
es catecismo, sino darte cuenta de cómo la fe te puede acompañar en la vida,
cómo compartirla con los demás y llevarla a otros y cómo eso te puede ayudar a
seguir mejorando. Consiste en pensar qué me gustó y qué no me gustó en el
primer tiempo de vida y cómo quiero jugar el segundo tiempo", explica.
Los
retiros llevan 4 años en México y actualmente investigan el modo de trasplantarlos
a las parroquias, cárceles y otros lugares del mundo, habiendo
recibido hasta un mensaje de apoyo de Francisco: "Queridos amigos de
entretiempo, los felicito, estamos en oración con ustedes".
"Haz las cosas bien y nos irá bien"
Antes
de finalizar, Pintado subraya que "siempre hay espacio para dar más por
los talentos que nos dieron" y que "siempre hay que ayudar
socialmente" a los empleados, también en lo espiritual: "No importa
el tamaño de la compañía, si tienes diez personas, tienen que crecer y ser
privilegiadas de haber estado contigo, y si te dejan a los seis meses, tienen
que ser mejores seres humanos. No es solo hacer dinero, sino también ayudar a
que crezca la humanidad".
Rescata
un mensaje que Servitje le pedía "no olvidar". "Haz las cosas
bien y nos irá bien. No esperes a que te vaya bien para hacer el bien.
¿Sabes por qué va bien? Porque ayudamos a tantos y muchas monjas rezan para que
repartamos más pan. Sigue haciendo las cosas bien para que recen por
nosotros. Ese es Alejandro Pintado y eso es lo que propongo", concluye.
José María Carrera
Fuente: ReL