![]() |
La Razón |
El director de
cine Pedro Almodóvar ha explicado en un reciente programa de televisión cómo le
molesta que, en una calle cercana a su domicilio, se rece el Santo Rosario de
forma pública. “Oigo rezos a partir de las 8 de la tarde y me estremezco”, ha
referido el cineasta.
Además, el
oscarizado director y guionista ha tildado de “surrealista” que los
participantes en esta práctica pública de piedad tengan entre sus intenciones,
implorar la intercesión de la Virgen María para que no salga adelante una ley
calificada por algunos obispos como inmoral.
Se trata de la
ley de amnistía que el Gobierno de Pedro Sánchez trata de sacar adelante como
parte del pacto de legislatura alcanzado con los grupos nacionalistas catalanes
para exonerar de toda responsabilidad a los protagonistas e impulsores del
intento de golpe de estado secesionista perpetrado en Cataluña en el año
2017.
A través de la
cuenta en Instagram del Rosario de Ferraz, conocido así por convocarse en las
puertas de una iglesia situada en la misma calle donde se ubica la sede del
gobernante Partido Socialista Obrero Español en Madrid, han respondido a
Almodóvar:
“No se entera
este señor que en Ferraz rezamos por la unidad de España como bien moral a
proteger y para que personas como él se conviertan. Pedimos para que el mensaje
de Cristo vuelva a estar presente en nuestras sociedades”.
Algunos
usuarios de la red social han recordado, al hilo de este comentario que
Almodóvar, en los años 80, cantaba una canción titulada Voy a
ser mamá en cuya letra se dice: “Voy a tener un bebé, lo vestiré de
mujer, lo incrustaré en la pared, le llamaré Lucifer, le enseñaré a criticar,
le enseñaré a vivir de la prostitución”.
Precisamente,
Fabio de Miguel, cuyo apellido artístico era McNamara, que cantaba con
Almodóvar esta canción en los tiempos de la llamada “movida madrileña”, vivió
un proceso de
conversión hace algo más de una década.
Fabio de Miguel se dedica desde entonces a la pintura religiosa, asiste a Misa a diario y dedica largos ratos a meditar ante el Santísimo Sacramento en el Oratorio del Caballero de Gracia en Madrid.
Por Nicolás de
Cárdenas
Fuente: ACI
Prensa