INDICACIÓN DEL PAPA A LOS OBISPOS: NO DEJAR ENTRAR HOMOSEXUALES EN LOS SEMINARIOS

En la reunión celebrada en Roma, Francisco insistió en que los centros deben tener un número mínimo de seminaristas: entre 25 y 30

Encuentro de los obispos españoles en el Vaticano con el Papa Francisco
para hablar de los seminarios. Dominio público
Dos horas de conversación del Papa Francisco con 80 obispos españoles, el pasado 28 de noviembre, en el llamada Aula Nueva del Sínodo –que ya se ha quedado vieja-, dan para mucho. Y aquí hay algunas claves.

Llama la atención que no han sido muchas las cartas pastorales semanales de los obispos en la que hayan abordados ese encuentro. Las cartas semanales son un medio habitual que tienen los obispos para informar a sus diocesanos de cuestiones relevantes de actualidad. Sobre lo hablado con el Papa pesa una lógica discreción rayana en la reserva pontificia.

Tema monográfico: los seminarios

El arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús San Montes, sí que escribió una breve crónica del acto. Comentaba que “íbamos con curiosidad, quizás calentada por algunas suposiciones con que varios medios de comunicación alertaban a los obispos españoles ante la novedosa convocatoria: el papa Francisco nos reunía en el Vaticano. ¿Habría algún motivo preocupante o nos iba a amonestar por algo que no estamos haciendo bien? Así surgieron diversas elucubraciones en los mentideros”.

Después, relata cómo empezó el encuentro por parte del Papa: “Que no quede nada el buche”, nos dijo con gracejo. El tema era monográfico: la situación de nuestros seminarios actualmente. Hace meses que se realizó una visita apostólica a todos los seminarios españoles donde se forman los futuros sacerdotes”.

El Papa quería escuchar

“El Santo Padre quería escucharnos, y acogiendo nuestras preguntas, preocupaciones y vivencias, compartir con nosotros cómo ve él las cosas. Lo cierto es que resultó un encuentro verdaderamente grato y cordial. Ya sabemos cómo el papa Francisco responde con desparpajo y espontaneidad, sacando su idioma español argentino-porteño sin que se le quede nada en el tintero, aunque luego tenga que matizar”.

Un texto, el de monseñor Jesús Sanz Montes, que concluye con un párrafo que bien merece un curso de exégesis, sobre todo porque introduce el número de seminaristas de Oviedo, por si acaso: ““¿Todo bien por Oviedo? No trajiste el hábito franciscano esta vez”, me dijo mientras me estrechaba la mano con verdadero afecto. Sus consejos nos ayudarán en Asturias para acompañar a los casi treinta seminaristas que tenemos. Un regalo de Dios”.  

Candidatos homosexuales

Al margen de lo que dijeron en la rueda de prensa el cardenal Juan José Omella y el recién designado “referente apostólico” para esta materia en España, monseñor Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid y Presidente de la Subcomisión Episcopal de Seminarios, al menos hasta el próximo mes de marzo -y muy probablemente después-, no es difícil saber qué es lo que les preocupa a los obispos españoles sobre los seminarios y tampoco qué es lo que les contestó el Papa.

Entre otras razones, porque el Papa es coherente y recurrente en sus declaraciones públicas, y lo mismo que ha dicho hace tiempo sobre estas cuestiones, lo repite y actualiza.

Pongamos por caso la cuestión de los candidatos al sacerdocio que confiesen tener tendencias homosexuales.

Ni en el ministerio ni en la vida consagrada

Ya en el libro entrevista que el hoy obispo español, monseñor Fernando Prado, claretiano, le hizo al Papa, publicado con el título “La fuerza de la vocación. La vida consagrada hoy”, el Papa Francisco señaló:

“Hemos de ser exigentes. En nuestras sociedades parece incluso que la homosexualidad está de moda y esta mentalidad, de alguna manera, también influye en la vida de la Iglesia… En la vida consagrada y en la vida sacerdotal, este tipo de afectos no tiene cabida. Por eso, la Iglesia recomienda que las personas con esta tendencia arraigada no sean aceptadas al ministerio ni a la vida consagrada. El ministerio o la vida consagrada no es su lugar. A los curas, religiosos y religiosas homosexuales, hay que urgirles a vivir íntegramente el celibato y, sobre todo, que sean exquisitamente responsables, procurando no escandalizar nunca ni a sus comunidades ni al santo pueblo fiel de Dios viviendo una doble vida. Es mejor que dejen el ministerio o su vida consagrada antes que vivir una doble vida”.

El 21 de mayo de 2018, en una reunión del Papa Francisco con los obispos italianos a puerta cerrada, al inicio de la 71 Asamblea General de la CEI, de la que posteriormente informaron a grandes rasgos algunos vaticanistas, el Papa Francisco les dijo, sobre los candidatos que tienen tendencias homosexuales:  “Vigilen las admisiones a los seminarios, mantengan los ojos abiertos. Si ustedes tienen la menor duda, es mejor no dejarlos entrar”.

Respetando a las personas

En la información sobre este encuentro, la revista española “Vida Nueva” añadía lo siguiente: “Así, el Papa les recordó lo explicado en la Ratio Fundamentalis ‘El don de la vocación presbiteral’, en la que se recoge que, “en relación a las personas con tendencias homosexuales que se acercan a los seminarios, o que descubren en el curso de la formación esta situación, en consonancia con su magisterio, la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitirlos al seminario y a las órdenes sagradas””.

Número mínimo de seminaristas

Otra cuestión que está sobre la mesa es la del número mínimo de seminaristas que debe haber en un seminario. El Papa Francisco se ha referido a esta cuestión en reiteradas veces.

En la audiencia que el Papa concedió, el pasado 24 de octubre de 2022, a los seminaristas que estudiaban en Roma, en un momento del diálogo, el Papa afirmó que “el seminario debe conformarse de un cierto número de seminaristas, que juntos conforman “la comunidad”. “No, nosotros somos cinco en la diócesis”: esto no es un seminario, es un movimiento parroquial. El seminario debe tener un número —25, 30—, un número moderado. Si son 200, divididos en pequeñas comunidades: un número humano de grupo, de comunidad, eso es importante. ¡Los grandes seminarios —300, todos juntos— ya no van! Eran la expresión de otra época. No, pequeñas comunidades donde se trabaja, es decir, pequeñas comunidades dentro de una más grande”.

Cuatro proximidades

Sobre las líneas básicas de la formación de los seminaristas, el papa dijo también en la audiencia de octubre de 2022: “Me gusta hablar con los sacerdotes de las “cuatro proximidades””.

La primera proximidad que plantea el Papa es la Proximidad con Dios: “¿Rezas?”, pregunta el Papa.

La segunda, la proximidad con el obispo: “¿Cómo es tu proximidad con el obispo? ¿Eres de los que hablan mal del obispo o “cuanto más lejos mejor”? ¿O estás cerca del obispo y vas a discutir con él?”.

Cercanía fraternal entre los sacerdotes

La tercera, la proximidad entre lo seminaristas. “Es interesante, es una de las cosas que se encuentran tanto en los seminarios como en los presbiterios: la falta de una verdadera cercanía fraternal entre los sacerdotes. Sí, todos con una gran sonrisa, pero luego se van y en pequeños grupos se despellejan unos a otros. Esto no es cercanía, es falta de fraternidad”, comentó el papa.

Y la cuarta, una en la que insiste mucho: proximidad al pueblo de Dios. “Si no hay cercanía con el pueblo de Dios no eres un buen sacerdote. Y esa cercanía se mantiene y se ejerce a través del ministerio, en este caso, semanal”, les comentó el Papa a los seminaristas romanos.

Fuente: ReligiónConfidencial