Tuit del Papa Francisco para este 5 de diciembre, I Semana de Adviento
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«La luz verdadera que ilumina a todo hombre» (Jn 1,9) |
Al inicio del tiempo de Adviento, y mientras
continúa participando en la reunión del Consejo de Cardenales, el Santo Padre
nos recuerda en un tuit que, cada año el Señor nos da la oportunidad de mirar
nuestra vida a partir de la “luz verdadera que ilumina a todo hombre” y “a
volver a lo esencial de la vida, para deshacernos de todo lo que es superfluo y
puede convertirse en un impedimento en el camino de la santidad”.
“Dios, que viene en nuestra
condición humana, elige la pobreza. Del mismo modo, estamos llamados a volver a
lo esencial de la vida, para deshacernos de todo lo que es superfluo y puede
convertirse en un impedimento en el camino de la santidad”, este es el
tuit del Papa Francisco para este 5 de diciembre, I Semana de Adviento, en el
cual nos recuerda que el Señor nos da una vez más la gracia de prepararnos para
celebrar el misterio de su Nacimiento.
La importancia
de la gratitud interior
Mientras el Papa Francisco continúa
participando en la reunión del Consejo de Cardenales (C9), esta mañana desde su
cuenta @Pontifex ha publicado un tuit que toma inspiración en el discurso que dirigió a los miembros de la Curia Romana
con ocasión de las Felicitaciones Navideñas, del 22 de diciembre de
2022. En aquella ocasión, el Pontífice indicaba a sus colaboradores de los
diferentes Dicasterios vaticanos la importancia de tener como punto de partida
la memoria del bien.
“En efecto, sólo cuando somos
conscientes del bien que el Señor ha hecho por nosotros somos también capaces
de dar un nombre al mal que hemos vivido o sufrido. Ser conscientes de nuestra
pobreza sin serlo también del amor de Dios, nos aplastaría. En este sentido, la
actitud interior a la que habríamos de dar más importancia es la gratitud”.
Convertirse es
poner en práctica todo el bien posible
En este sentido, al acercarse al
final de año 2022, el Papa Francisco invitaba a la Curia Romana a dar gracias a
Dios por todos los beneficios que el Señor les había dado en ese tiempo, pero,
sobre todo, por el don de la conversión personal y comunitaria.
“Convertirse es aprender a tomar
cada vez más en serio el mensaje del Evangelio e intentar ponerlo en práctica
en nuestra vida. No se trata sencillamente de tomar distancia del mal, sino de
poner en práctica todo el bien posible: esto es convertirse. Ante el Evangelio
seguimos siendo siempre como niños que necesitan aprender. Creer que hemos
aprendido todo nos hace caer en la soberbia espiritual”.
Hay que
confiar sólo en el Señor
Asimismo, el Santo Padre advertía a
sus colaboradores que muchas veces olvidamos que la conversión no sólo nos hace
caer en la cuenta del mal para hacernos elegir el bien, sino que al mismo
tiempo impulsa al mal a volverse más insidioso y a enmascararse para que no
podamos reconocerlo.
“Nuestro primer gran problema es
confiar demasiado en nosotros mismos, en nuestras estrategias, en nuestros
programas. Es el espíritu pelagiano del que he hablado otras veces. Entonces
algunos fracasos son una gracia, porque nos recuerdan que no tenemos que
confiar en nosotros mismos, sino sólo en el Señor”.
La
misericordia y el perdón medicinas para la paz
Finalmente, el Papa Francisco
concluía sus saludos navideños a los miembros de la Curia Romana señalando la
urgencia de paz en el mundo ante tantas situaciones de guerra y conflicto, que
un año después, seguimos viviendo la crueldad de este drama.
“Si es verdad que queremos que el
clamor de la guerra cese dando lugar a la paz, entonces que cada uno comience
desde sí mismo. San Pablo nos dice claramente que la benevolencia, la
misericordia y el perdón son la medicina que tenemos para construir la paz”.
El Pontífice
saludaba a sus colaboradores recordándoles que no hay nada más débil y frágil
que un hombre crucificado, y sin embargo, en esa debilidad se manifestó la
omnipotencia de Dios. Por ello, el Papa deseaba que la gratitud, la conversión
y la paz sean los dones de esta Navidad.
Vatican News