El Papa reiteró su advertencia a tener miedo a las ideologías porque reducen las cosas y alertó respecto de un peligro de la comunicación mediática, que es la transmisión de “verdades a medias”
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El Santo Padre se reunió virtualmente, este
martes 26 de septiembre por la tarde, con estudiantes del sur de Asia en la
tercera iniciativa de los encuentros sinodales promovidos por la Pontificia
Comisión para América Latina en colaboración con la Universidad Loyola de
Chicago.
El Papa Francisco se demostró feliz de
compartir, este martes 26 de septiembre, un encuentro con los jóvenes
universitarios del sur de Asia a través de la plataforma Zoom. Lo expresó el mismo
Santo Padre en sus palabras de apertura y se refirió a la importancia de
construir puentes, que es “un trabajo artesanal”. Pidió no levantar barreras,
porque estas separan; en cambio, los puentes unen.
En su introducción a esta nueva edición de los
espacios sinodales de la Pontificia Comisión para América Latina y la
Universidad Loyola de Chicago, el Obispo de Roma también recordó que “los
cristianos conservamos nuestro modo de ser, nuestra nacionalidad, nuestra
cultura y enriquecemos nuestra fraternidad cristiana”. “Encontrarnos es una
cultura, encontrarnos, así como somos”, auguró y deseó que sea un buen diálogo.
El Pontífice argentino destacó la pertinencia
de combinar los lenguajes del pensamiento, del corazón y de las manos. “Esto te
lleva la armonía, la armonía no es uniformidad, es belleza de las diferencias”,
dijo. Y valoró que en Oriente existe la capacidad de encontrar belleza en las
diferencias. Por tanto, los invitó a no renunciar a esto y a no caer en la
tentación de conceptualizar todo.
Francisco contó que, cuando era estudiante, le
gustaba escribir poemas que hoy lee y le dan vergüenza. En este sentido, alentó
a los chicos y chicas a hacer poesía, pues a través de ella serán creativos, y
no solo poesía por escrito, sino poesía en la vida en general, a ser poetas.
“Cada uno de nosotros es una poesía, es una vida que está expresándose en la
belleza”, añadió.
No a las ideologías
Respondiendo a las preguntas de los
estudiantes, el Papa reiteró su advertencia a tener miedo a las ideologías porque
reducen las cosas y alertó respecto de un peligro de la comunicación mediática,
que es la transmisión de “verdades a medias”. Por tal motivo, les instó a ser
fieles a los hechos.
“A veces hay medios de comunicación que tienen
muchos clientes porque siempre son capaces de instrumentalizar mal las malas
noticias, y eso es todo el comercio de las fake news, esas noticias que no
construyen y que engendran monstruos”.
En este contexto, les recomendó pensar comunicar con estilo propio.
Construir consensos
Francisco consideró que la verdadera democracia
se llega a los acuerdos y elogió el camino del “acuerdismo”, es decir, de la
tendencia de encontrar puntos en común a pesar de las divergencias. “Busquemos
juntos qué acuerdo podemos hacer”, manifestó. Una vez más, como ha hecho en
otras alocuciones públicas de su Pontificado, reconoció que todos tenemos
pensamientos distintos y raíces diferentes, pero que es importante ver qué
alianza se puede tejer para avanzar. “Es la mística de la mano tendida, siempre
van a ir adelante”, afirmó, subrayando la necesidad de extraer los aspectos
positivos de cada ser humano.
“Cada uno de nosotros tiene que expresarse como
es. Si vos te expresás como sos, sos un diamante en bruto, tenés una gran
riqueza”, aseguró. Por consiguiente, les sugirió que sean diamantes en bruto y
se dejen “trabajar”, “pulir” por el diálogo, la discusión en común y les
encomendó no transformarse en “piedras de vidrio”. “Ser diamante cuesta, pero
es muy lindo”, sostuvo y repitió que cada uno de nosotros tiene una riqueza
para transmitir.
No descuidar las raíces
Otro de los temas del coloquio fue la
relevancia de respetar y mantener la propia identidad, un asunto muy querido
por el Papa Francisco, quien confió una experiencia personal: “Mi papá era
migrante, pero siempre los abuelos nos transmitían la cultura del norte de
Italia”, o sea, de la tierra natal. Entonces, de chico, Bergoglio hablaba el
dialecto de sus abuelos, escuchaba sus canciones, pero hacía su propio camino.
En esta línea, el Pontífice incentivó a seguir el sendero de la diáspora, sin
encerrarse.
“Olvidar las raíces es un gran pecado, un
pecado existencial”, sentenció, acotando que una mujer o un hombre sin ellas es
una persona artificial. “La raíz es lo que te da el aroma de tu personalidad”,
insistió, encargándoles la tarea de no perder la conexión cultural e
impulsándolos a seguir adelante, sin perder el coraje.
La educación
Consultado sobre las dificultades en el acceso
a la formación, el Papa reivindicó que la educación tiene que ser libre y
gratuita pues todo individuo tiene el derecho a educarse y explicó que luego
esto redundará en el bien que esa persona podrá aportar al país.
Asimismo, previno contra la mercantilización de
la educación, apuntando que “esta es una de las cosas que se deben resolver”.
En cuanto a la autoestima, dijo que “es el
primer paso que tiene que lograr el educador”, que el alumno se sienta digno,
con posibilidades de hablar y proponer su punto de vista.
Reflexionando sobre los sistemas de becas,
consideró que deben ser revisados, estudiados y promovidos por los
Estados.
“Sigan trabajando con la autoestima, no pierdan
el tiempo en ideas raras, luchen por las personas, escápenle a la ideología”.
El testimonio
Entre las múltiples intervenciones que escuchó
Francisco, el leitmotiv, según el propio Pontífice, fue la conciencia de ser un
grupo, de tener miedo, de la persecución, de vivir en una sociedad sectaria que
nos empuja hacia la confesión de nuestra fe de tipo martirial. En este punto,
recordó el martirio de la autora pakistaní Asia Bibi: “Nueve años en la cárcel
por inocente. Esa mujer, sin culpa, tuvo que padecer esto, víctima de un
fanatismo, de un fanatismo que nace del miedo, que nace de que ‘no nos vengan a
cambiar tradiciones’ y crea la discriminación”.
“La discriminación es antifraternal”,
puntualizó. A continuación, aludió a la raíz de la intolerancia, que, a su
juicio, es el reduccionismo de los valores humanos a las ideas: “Solo valen las
ideas, el corazón no vale, la amistad social no vale, solo las ideas, y con las
ideas, aquel que no piensa como yo lo transformo en reo, en culpable, en
mártir”.
Francisco retomó el comentario de una de las
estudiantes cuando esta señaló que “Dios tenía un plan para mí”. “Frente a esa
laicidad, a veces de mala voluntad, lo único que vale es el testimonio”,
precisó la urgencia de tener audacia y fe.
Al admitir que no siempre son aceptados como
cristianos en ciertas sociedades, el Obispo de Roma los llamó a seguir
trabajando en el camino de la fraternidad: “Ustedes no son ni blasfemos ni
drogadictos ni alcohólicos, son soñadores, soñar que se puede vivir con puntos
de vista diversos, pero con la mano tendida, la mano que no sea paralítica”.
“Tú piensas así, yo pienso así, pero somos
hermanos y eso hace crecer a todos”, comentó y expresó su gratitud:
“Realmente ustedes me tocan el corazón con el
testimonio cristiano que están dando, gracias, muchas gracias”.
La tarde de este jueves, 24 de febrero, tuvo
lugar el Encuentro sinodal del Santo Padre con los jóvenes universitarios de
las Américas. En este evento virtual el Papa dialogó por ...
La belleza, la salud mental y el sentido del
humor
Contestando una inquietud relacionada con los
estereotipos de belleza, Francisco dijo:
“Hay una belleza que es total, la belleza de la
armonía de una persona. Sos gordo, flaco, alto, bajo, no interesa. ¿Sos
armónico, armónico de corazón? Podés ofrecer algo armónico. La belleza siempre
nos hace crecer en una salud mental”.
El Pontífice insistió en que cada uno tiene su
belleza y debe reconocerla: “De nada sirve que te hagas estirar la cara, que te
hagas cirugía estética, nada sirve, porque a la larga, esa belleza desaparece”.
Sucesivamente, les rogó tener cuidado de proteger su salud mental frente a las
invasiones de los medios de comunicación cuando venden formas de belleza
totalmente artificial: “Saber descubrir la belleza no solo en pautas estéticas
de medidas de Miss Universo, no, sino esa belleza armónica que tiene todo
hombre y toda mujer para ir adelante”.
El suicidio juvenil
Uno de los últimos argumentos tratados fue el
suicidio juvenil, al que el Papa calificó como “una de las realidades más
graves” y planteó que el joven se suicida porque ve cerrada la puerta hacia un
horizonte que buscaba.
“El fracaso en la vida es un llamado. No somos
ángeles, los ángeles cayeron una vez y se acabó, nosotros caemos en tantas
limitaciones, pero Dios siempre nos da la capacidad de la resiliencia: Dios se
agacha para levantarnos de la mano”.
También citó una canción de los alpinos que
reza: “En el arte de ascender la montaña, lo que importa no es no caer, sino no
permanecer caído”. “Esa es la sabiduría”, indicó.
Francisco concluyó su mensaje animándolos a no
asustarse, a seguir adelante, a buscar la verdadera belleza y a no perder el
sentido del humor. “Tener sense of humor es salud mental”, dijo y les pidió
rezar por él.
Los participantes finalizaron la reunión con un
agradecimiento al Papa por el tiempo dispensado y asegurando su unión de
oraciones por la próxima Asamblea sinodal de octubre.
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
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