Un total de 1.915 alumnos de todo
el mundo se han visto beneficiados de las ayudas al estudio
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Dominio público |
Pero, pese a esas circunstancias, los recursos obtenidos mediante las donaciones periódicas y las puntuales han supuesto un año récord en nuestra historia». En total las donaciones recurrentes y puntuales alcanzaron los 5.264.000 €.
A los ingresos anteriores deben sumarse 872.000 € procedentes de legados y testamentos, cifra muy inferior a la obtenida en el ejercicio 2021 que alcanzó los 4.206.000 €, y 533.000 € de la renta e e ingresos derivados de la gestión del patrimonio de la Fundación CARF. Con todo, el total de los ingresos obtenidos en 2022 alcanzaron los 6.669.000 millones de euros.
La Fundación CARF destinó 5.810.000 €, a ayudar a la formación de sacerdotes, seminaristas y religiosos (incluidas las ayudas del Patronato de Acción Social), lo que supone un 67,6 % del total de los recursos aplicado durante 2022 y que ha beneficiado a 1.915 estudiantes de todo el mundo.
El endowment o fondo de dotación de la Fundación CARF ha aportado para becas la cantidad de 450.000 € que han supuesto el 8 % del total de ayudas concedidas.
Sin embargo, el cierre del ejercicio ha sido negativo. Esto se debe a que los
recursos obtenidos mediante legados y testamentos fueron significativamente más
bajos que en 2021. Igual ha sucedido con las rentas e ingresos obtenidos por la
gestión derivada del patrimonio de CARF. En total 2022 ha cerrado con una
pérdida de 1.906.000 €.
La Fundación CARF continúa cumpliendo sus objetivos: rezar por las vocaciones y los sacerdotes, difundir su buen nombre en todo el mundo (para lo que se ha desarrollado una página web en 27 idiomas) y ayudar a la formación de los sacerdotes. «Defendemos valores universales reconocidos por las Naciones Unidas en 1948. Hacemos especial mención a la libertad e igualdad; libertad religiosa; vida y diálogo con el mundo; respeto a los carismas y a las diferencias; fidelidad al magisterio del Papa; convivencia internacional; libertad de opinión y de expresión y, sobre todo, el derecho a la educación», explica el presidente, Fernando Martí Scharfhausen.
La Fundación CARF no recibe subvenciones públicas y los aproximadamente 5.300 donantes anuales, garantizan la independencia y continuidad de la institución. Este curso pasado la Fundación CARF apoyó a 1.915 seminaristas, sacerdotes diocesanos y religiosos de 79 países distintos: de Europa proceden de 24 países; de América vienen de 22 países; de África, de 22 países; en el caso de Asia son de nueve países; y de Oceanía, de dos países.
Desde la
constitución de la Fundación CARF en 1989, más de 800 obispos de 131 países
desean que algunos de sus sacerdotes o seminaristas estudien en la Universidad
Pontificia de la Santa Cruz o en la Universidad de Navarra completando su
formación humana y espiritual en los seminarios y colegios eclesiásticos
Internacionales Sedes Sapientiae, Tiberino, y Altomonte (Roma) o Bidasoa,
Echalar, Aralar y Albaizar (Pamplona).
Un
total de 130 alumnos han sido nombrados por diferentes
papas. Estos son los obispos de 2022:
Durante 2022, la
Fundación CARF impulsó cuatro campañas de donaciones con diferentes
misiones.
La
campaña Dona estuches de vasos sagrados, para que los seminaristas, una vez regresen a sus
diócesis para ordenarse sacerdote, puedan celebrar la Santa Misa en lugares
inaccesibles y con escasos recursos. La mochila contiene vasos sagrados,
objetos litúrgicos y un alba a medida tejida a mano por las voluntarias del
Patronato de Acción Social. El estuche tiene un coste de 600 €.
Otra
de las campañas ha sido Legados solidarios y testamentos: toda tu vida para darla, que busca
concienciar sobre la importancia de trascender a tu vida de una forma perpetua,
y seguir con el apoyo a sacerdotes y seminaristas de todo el mundo.
También, la iniciativa Ayúdanos a sembrar el mundo de sacerdotes: qué ninguna vocación se pierda pretende transmitir la urgencia de promover las vocaciones, indispensables para la administración de los sacramentos.
Por último, la campaña Los sacerdotes, la
sonrisa de Dios en la tierra: pon cara a tu donativo, se enfoca en donantes
cuya aportación supera los 500 € anuales para asignarles un becario, con nombre
y apellido, al que irá destinada su ayuda.
Fuente:
ReligiónConfidencial