La Fundación DeClausura ayuda a que los monasterios y conventos puedan mantener este inmenso bien para la cultura, a través de donativos
Fran Villalba | Shutterstock |
España es un
país rico en patrimonio histórico, artístico y cultural. Una parte importante
de ese legado se debe a la labor de los monjes y monjas que han habitado los
monasterios desde los primeros siglos del cristianismo. Estas comunidades
religiosas han sido custodias y promotoras de obras de arte de gran valor que
reflejan su fe, cultura e historia
Aunque en el
ámbito de los museos, archivos y bibliotecas poco a poco se va imponiendo la
estrategia de conservación —al menos como planteamiento teórico asumido por la
mayoría de los profesionales de la conservación de los bienes culturales—
existe una parte muy importante de nuestro patrimonio cultural que se encuentra
depositada en iglesias, ermitas y monasterios.
Asesorados por
profesionales, hombres y mujeres de estos monasterios son conscientes de la
necesidad de conservar y cuidar estos tesoros, ya que forman parte de la
historia de sus órdenes y del Patrimonio Cultural español.
La Fundación
DeClausura ayuda a que los monasterios y conventos puedan mantener
este inmenso bien para la cultura, a través de donativos.
Esta fundación tiene como misión dar a conocer la razón de ser, la belleza y la
importancia de la vida contemplativa y ayudar al sostenimiento de los
monasterios y conventos de clausura. Parte de este sostenimiento se enfoca en
ayudar a las comunidades contemplativas a cuidar de su inmenso patrimonio,
costoso y de gran valor cultural y espiritual.
Los monasterios
en España
Los monasterios
en España se distribuyen, principalmente, en la mitad norte del país, en
consonancia con el discurrir histórico de la zona en la Edad Media, cuando
tuvieron un papel clave en la repoblación y la reconquista.
Su presencia en
la península data de los siglos VI y VII, cuando la primitiva vida eremítica
dio lugar a la formación de pequeños monasterios hispanos, algunos de los
cuales evolucionaron hacia un estilo mozárabe.
A partir del
siglo XI, con la llegada de los Benedictinos de Cluny, se inició una segunda
fase de construcción y reforma de los cenobios, que adoptaron las nuevas
órdenes religiosas: Císter, órdenes militares, Premostratenses, Cartujos,
Jerónimos, Agustinos, Camaldulenses y mendicantes. En el siglo XVII, se produjo
una eclosión de conventos urbanos que reflejaron el auge de la espiritualidad
barroca.
1. MONASTERIO DE
SAN MILLÁN
El Suso — Monasterio de San Millán, en
La Rioja, podría ser considerado el más antiguo de España. Este monasterio se
sitúa en el Valle del Río Cárdenas, junto con el Monasterio de Yuso, y ambos
son Patrimonio de la Humanidad. El Monasterio de Suso se fundó en el siglo VI,
sobre las grutas que habitaron los eremitas discípulos de San Millán. Es un
edificio sencillo y austero que conserva elementos visigodos, mozárabes y románicos.
En él se encontraron los primeros testimonios escritos del castellano y del
euskera.
2. MONASTERIO
REAL DE SAN LORENZO
De los Agustinos, el R.
Monasterio San Lorenzo de El Escorial (Madrid), fue mandado construir
por Felipe II para conmemorar la victoria en la batalla de San Quintín. Es el
monasterio más grande e importante de España y posee también las funciones de
palacio y templo. Su planta tiene la forma del atributo de san Lorenzo mártir,
la parrilla. En su interior se conservan obras maestras del arte renacentista
español, como el retablo mayor de la basílica o el Panteón de los Reyes.
3. MONASTERIO DE
TULEBRAS
De las Monjas
Cistercienses, el Monasterio de Tulebras (Navarra), fue la primera
fundación femenina del Císter en los reinos hispanos. Las monjas que lo
habitaron desde 1157 hasta hoy han ido dotando al cenobio de obras de arte
relevantes, como el retablo pictórico de san Juan Bautista (c. 1530), ejemplo
sobresaliente de pintura renacentista navarra; o las bóvedas nervadas del siglo
XVI que cubren parte de la iglesia abacial. Con objeto de hacer accesible al
público las obras que atesora el cenobio se creó un museo en el que se exhiben
las piezas donadas por las monjas y sus familiares a lo largo de los siglos.
4. REAL
MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE
El Real Monasterio de Guadalupe (Cáceres)
fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. Este monasterio
fue fundado en el siglo XIV por el rey Alfonso XI tras una aparición mariana.
En su interior se aprecian los estilos gótico, mudéjar, renacentista, barroco y
neoclásico. Destaca la imagen románica de la Virgen de Guadalupe, patrona de
Extremadura y de Hispanoamérica; el retablo mayor plateresco; el claustro
mudéjar; o el camarín barroco.
Estos son solo
algunos ejemplos del rico patrimonio artístico que los monjes y monjas han
cuidado y engrandecido dentro de España. Su labor es digna de reconocimiento y
admiración, pues han sabido conservar y transmitir un legado cultural que forma
parte de nuestra identidad.
Matilde Latorre
Fuente: Aleteia