Telegrama de Francisco, firmado por el sustituto Peña Parra, dirigido al presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, cardenal Zuppi
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Temporal en el norte de Italia. (ANSA) |
El Pontífice dirige un pensamiento a quienes
han perdido la vida en las calamidades que han sacudido la región italiana de
Emilia Romaña en los últimos días e invoca de Dios consuelo para los heridos y
cercanía a quienes prestan ayuda.
El dolor de Francisco es enorme, tan enorme
como la magnitud de la "impresionante catástrofe" que ha asolado en
los últimos días la región italiana Emilia Romaña, azotada por inundaciones y
desbordamientos, con el dramático balance de nueve muertos, un número
indeterminado de desaparecidos, más de 20.000 desplazados e incalculables daños
económicos. Mientras sigue vigente la alerta meteorológica roja, el Papa envía
un mensaje de cercanía y oración al cardenal Matteo Maria Zuppi, presidente de
la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Bolonia, ciudad donde se está
agravando la situación.
Oraciones por los fallecidos, cercanía a las
tareas de rescate
"Informado del violento chaparrón que ha
golpeado la región de Emilia Romaña, especialmente las provincias de la parte
oriental", reza el telegrama firmado por el sustituto de la Secretaría de
Estado, monseñor Edgar Peña Parra, el Papa Francisco encarga a Zuppi que
"interprete ante los familiares y amigos de las víctimas sus sentimientos
de profunda simpatía por la impresionante catástrofe" que ha golpeado el
territorio. En particular, el Papa asegura "oraciones de sufragio por los
difuntos" y expresa sus condolencias a los familiares, para luego
"invocar de Dios consuelo para los heridos y consolación para quienes
sufren las consecuencias de la grave calamidad".
El Papa Francisco no deja de agradecer "a
todos los que en estas horas de particular dificultad trabajan para llevar
socorro y aliviar todos los sufrimientos", así como "a las
comunidades diocesanas por la manifestación de comunión y cercanía fraterna a
las poblaciones más probadas". A todos, Francisco les envía "la
bendición apostólica como signo de particular cercanía espiritual". A la
oración del Papa -se lee en el telegrama- se suma la del cardenal secretario de
Estado, Pietro Parolin, y la "personal" de Peña Parra, que asegura
"un recuerdo orante".
El comunicado de la Conferencia Episcopal
italiana
Ya ayer, 17 de mayo, la presidencia de la
Conferencia Episcopal Italiana había emitido un comunicado en el que aseguraba,
en nombre de los obispos de todas las regiones de Italia, "el recuerdo en
la oración por las víctimas, los desaparecidos y todas las familias
afectadas". La Conferencia Episcopal Italiana invitó a todas las diócesis,
parroquias e institutos religiosos 'a rezar y a estar cerca de los habitantes
de los territorios probados por las inundaciones y los desbordamientos de los
ríos'. "Ante esta nueva calamidad", reza la nota, que cita las
palabras de los obispos de Emilia Romaña, "comprendemos claramente cómo
debemos estar unidos en la emergencia, cómo elegimos juntos cuidar de nuestra
casa común, y nos comprometemos a hacer lo necesario para colaborar en las
tareas de socorro y en garantizar hospitalidad y solidaridad a los
necesitados". La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Italiana
informa de que está en contacto con los obispos de las diócesis afectadas y con
la red Cáritas para tener una visión actualizada de la situación e identificar
las primeras necesidades que hay que atender.
Miles de evacuados por alerta roja
Mientras tanto, la situación en la región sigue
siendo dramática. La lluvia no cesa: en 36 horas ha llovido más que la media de
todo el mes de mayo, lo que ha provocado que el nivel de los ríos suba hasta el
punto de desbordarse en pocas horas. Incluso para hoy, la previsión es de
alerta roja por ríos, corrimientos de tierra y mareas tormentosas. Miles de
personas han sido evacuadas y la advertencia a la población es que se refugie
en los primeros pisos o tejados, que no baje a sótanos ni tiendas. Todos los
cursos de agua entre Rímini y Bolonia, veintiuno en total, se han desbordado o
desbordado, inundando amplias zonas de Romaña: Faenza, parte de Cesena y Forlì,
algunas zonas de Rávena, y la propia Bolonia inundada por el Ravone. En la
ciudad, sin embargo, la red de carreteras está gravemente comprometida y la
invitación es a realizar desplazamientos sólo si es realmente urgente. La
situación es la misma en la zona de Cesena, donde las lluvias están azotando
con fuerza. Las intervenciones de los Bomberos, Protección Civil, Cruz Roja,
Salvamento Alpino y buzos son ininterrumpidas en todas partes.
Municipios afectados y carreteras cortadas
En estos momentos hay 40.000 municipios
afectados, se han producido 280 corrimientos de tierra y 400 carreteras han
quedado interrumpidas, especialmente en las provincias de Bolonia, Forlì-Cesena
y Rávena, donde se teme por la suerte de los desaparecidos, cuyo número podría
ser mayor. La población vive bajo un apagón eléctrico total, así como cortes
telefónicos; zonas enteras también han quedado aisladas debido a la
interrupción de las líneas ferroviarias. Un nuevo terremoto", lo ha
calificado el gobernador de la región, Stefano Bonaccini, recordando el
inminente aniversario del seísmo de 2012. Ahora la gente no solo está pendiente
del tiempo, sino también del Consejo de Ministros, que el próximo martes, 23 de
mayo, pondrá en marcha medidas de apoyo a todo el territorio.
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
Vatican News