Los frutos de su paso por el programa: amigos, presidir cuatro matrimonios, confirmar a tres, bautizar a dos camarógrafos y la hermosa imagen de Pepe y Samantha llorando
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Fray Marcos, el dominico venezolano que ha hecho historia en MasterChef. Dominio público |
Fray Marcos ha hecho historia en los
once años de MasterChef al
ser el primer religioso y el primer concursante en ser expulsado con el pin de la inmunidad.
En su vídeo de despedida podemos ver la
emoción de los presentadores y los otros concursantes, que no pudieron reprimir
sus lágrimas.
El presentador del programa y chef,
Pepe Rodríguez, le preguntó que sentía en el momento de su expulsión:
"Agradecimiento, es lo que me sale decir. Les doy las gracias a todo este
maravilloso equipo que
Dios les bendiga todo lo que pudieron hacer por mí, a
ustedes tres que los he podido conocer en persona (se dirigía visiblemente
emocionado a los presentadores) me los llevo y los espero en la misa,
(aquí Pepe y Samantha Vallejo-Nágera, ambos católicos comprometidos,
no pudieron contener las lágrimas), y todos vosotros".
El dominico prosiguió con estas
emotivas palabras: "Recuerdo que cuando me pidieron la bendición para el
programa, me dijeron qué que significaban ellos y yo les dije que una
bendición: Hay gente que
llega a tu vida como un huracán y otros llegan como una suave brisa. Así llega
Dios a través de los demás. Y todo es bendición. Recuerdo que
al principio les resultaba odioso que bendijera tanto, pero nunca se cansen de
bendecir porque bendecir es ir bien. Y a esta sociedad le hace falta bendecir
siempre. Que Dios les bendiga".
"¡Grande fray!", le aclamaron sus compañeros.
Y Jordi
Cruz, chef y otro de los presentadores, se despedía con estas palabras: "Fray
más allá de credos, seguramente no es fácil que un religioso entre en
MasterChef, que salga de su zona de confort y que haga un papel neutro tan
bonito, bien jugado y tan interesante como tu has hecho. Yo creo que todos
hemos aprendido, creo que no has tenido nunca una palabra negativa y creo que
eres un religioso del siglo XXI".
Y al final
ni corto ni perezoso, se despidió del público y en un programa de televisión
con la bendición y algunos de los concursantes se santiguaron.
"Amen", respondieron increíblemente algunos.
En una entrevista publicada en la web de los dominicos, comenta
que entre las cosas más difíciles han sido "soportar a veces dolores físicos. Tengo
un diagnóstico de tres hernias lumbares. Se me duermen mucho los
brazos"; También "no
comunicarme con mi madre todos los días, cosa que hago
normalmente. Comunicarme con ella cada ocho días, cada diez días... no
comunicarme con mis amigos... Había mucha gente en Venezuela, en Colombia y
aquí mismo preocupada, porque no sabían de mí".
Y por último, tener que soportar, a
veces, "conductas que
no vienen dentro del programa, porque hay gente que a lo mejor cree que está en
un reality show distinto a MasterChef y
yo concibo a MasterChef como está ideado: para cocinar, para divertirnos. Esa
ha sido una de las cosas más difíciles".
Preguntado por lo que su testimonio ha
podido aportar a los demás concursantes responde: "A veces uno cree que va
a aportar mucho como religioso y como sacerdote. Puede que sí, y estoy seguro
de que cuando te dejas
usar por el Señor, Él es el que hace la obra".
Y relata su amistad con "el dandy,
el mujeriego, de 59 años, guapo, de buena presencia. Nos tocó compartir habitación
y él decía, tan cómico "he estado con tantas mujeres y no podía imaginar
que iba a dormir con un cura". Le dije aclara eso: "compartes la
habitación con un sacerdote". Pero le enseñé aquello de San Agustín de tarde te conocí, tarde te amé,
porque es un hombre que a esa edad está en esa búsqueda de Dios. Me pidió que le regala un
rosario".
Otros que han hecho algunas cosas
que no están muy bien moralmente, fueron los primeros que se le acercaron,
le acogieron y, por ejemplo, "el Miércoles de Ceniza me pidieron que
les pusiera la ceniza, que les llevara la comunión... me dejaron con la boca
abierta".
Otro DJ
de discotecas de ambientes gay, con dos pendientes, un
piercing, todo tatuado... "tú lo ves y dices: este tío debe ser un
desastre. Resulta que era el más ordenado, limpio, silencioso, apartado y me
dijo: "padre, es que a mí también me gusta buscar a Dios en el silencio,
porque yo después de pinchar en una discoteca, llego a mi casa y quiero
silencio, y en el silencio encuentro a Dios".
"Yo
no soy quién para juzgar sus vidas. Yo no soy el dueño del
pasado de nadie, a mí me hubiera encantado conocer un hombre casado con una
sola mujer y que no tuviera cuatro hijos de tres mujeres diferentes, pero yo
tampoco puedo señalar", explica.
De su paso por el programa se lleva: "Amigos, gente muy maja,
me llevo todo el aprendizaje que me pudo dar, por ejemplo, cada sorpresa que
tenía preparada para nosotros el equipo de producción. Me llevo el grato aroma
del curro, como dicen aquí; la gente que le gusta currar, que se deja el
pellejo trabajando allí y me llevo la sensación de ser querido. Me llevo que
voy a presidir cuatro
matrimonios entre los camarógrafos y el presentador; me
llevo que voy a confirmar
a tres, a los que les estoy dando clases online; que se van a bautizar dos camarógrafos,
y me llevo la hermosa imagen de Pepe y Samantha llorando cuando me despedí, que
me hicieron llorar".
M. S.
Fuente: ReligiónConfidencial