En la Misa durante la primera Javierada de este año, el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Mons. Francisco Pérez, pidió el domingo vivir «con fe y con amor cristiano» y advirtió de que «quien pretenda marginar a Dios, tenga cuenta que poco a poco perderá su propia identidad».
![]() |
Mons. Francisco Pérez predicando en la pimera Javierada del 2023 ©Diario de Navarra |
El Arzobispo recordó que se cumplen
cuatro siglos desde la canonización del santo jesuita:
«Es un
momento muy hermoso ya desde hace muchísimos años y este año tiene una
significación especial porque estamos celebrando el 400 aniversario de la
canonización de San Francisco de Javier. A mí me hubiera encantado que hubiera
venido el Papa, pero tiene mucho trabajo que no le permite estar aquí. Estuvo
el Papa San Juan Pablo II, en una ocasión y hemos tenido la posibilidad de
poder recibir a muchísima gente y muchísimo clero de todos los lugares y de un
modo especial, claro está, de la Iglesia española».
Monseñor Francisco Pérez recordó que
en este tiempo se celebra una novena que se llama la «Novena de la gracia», que
se realiza del 4 al 12 de marzo. El Arzobispo dijo que esta novena comenzará
mañana, 4 de marzo, y así mucha gente durante todos estos días podrán
participar en Javier y tener muy presente a este gran misionero.
«Lo que
más ayuda a aquellos que peregrinan es esa frase, que es una frase de la
Sagrada Escritura, del Evangelio, que Ignacio de Loyola le lanzó a Francisco de
Javier cuando estaba en Francia, en París, estudiando y le dijo: ‘de que te
sirve ganar el mundo entero, si pierdes tu alma’, porque él tenía grandes
pretensiones de ser un gran político, una persona que se dedicará a dominar y
poseer, y cuando oyó esto de San Ignacio de Loyola cambia su vida totalmente y
entonces dice: ‘de qué me sirve todo, si voy a perder mi alma’. Luego, no
solamente yo tengo que cuidar de mi alma sino también llevar la salvación de
Cristo a muchas personas y ahí tenemos al gran patrono de las misiones,
Francisco de Javier».
El prelado recordó la necesidad de
dar testimonio de nuestra condición de cristianos: «Estar apegados a las cosas
de la tierra, a veces, nos paraliza y nos impide mirar mucho más alto. En el
momento actual manifestar que somos cristianos nos resulta costoso y se nos
puede ridiculizar. No podemos caer en la tentación de la cobardía y menos en
pensar que el creyente es un parásito de la misma sociedad. A veces se nos
quiere convencer de que esto es así y no es cierto»
Mons. Pérez afirmó que «la sociedad
necesita creyentes humildes que, con valentía y firmeza, manifiestan sus convicciones».
«No tengamos miedo de dar la cara por el Señor, aunque esto a los ojos de la
sociedad aparezca como algo necio y débil. La fe es un regalo que hemos
recibido de Dios y no la podemos ocultar como si fuera algo extraño a nuestra
realidad humana», exhortó.
El arzobispo insistió en que «la fe
no es algo triste y apagado sino la luz que ilumina nuestras vidas y aporta el
gozo de vivir con ilusión. Vivamos con fe y con amor cristiano de tal forma que
convenza, que arrastre y que lleve alivio a aquellos que nos rodean. Creer no
es una devoción más o menos piadosa sino una vida que aporta al ser humano lo
único novedoso que le hace exultar de alegría».
«Levantaos, no tengáis miedo», homilía
completa
Fuente: Agencias/InfoCatólica