El sacerdote Mounir Saccal, director de Obras Misionales Pontificias en Siria y vicario general de los católicos de rito siríaco en Alepo explica que la situación en la gran ciudad siria es "catastrófica, estamos rodeados de caos y desolación".
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Lo que queda de la catedral de Iskenderun en Anatolia, Turquía |
La
Iglesia católica, en sus distintos ritos, ha abierto "iglesias y jardines
de conventos" para acoger a la población desesperada.
Lanza
un grito de ayuda a través de OMP internacional. “Ayudadnos a que nuestros fieles que se han quedado, sigan
manteniéndose aquí, para proteger la cuna del cristianismo; apoyándonos
económica y psicológicamente”.
También
pide oración "para que
nosotros, servidores de la Iglesia, tengamos la fuerza de dar consuelo a
nuestro pueblo, para que pueda encontrar la fe y la esperanza de días
mejores”.
OMP crea un fondo especial conjunto
A
nivel internacional, Obras Misionales Pontificias ha creado un fondo compartido
de distintos países para apoyar la emergencia del terremoto.
Desde
Turquía, el fraile franciscano Fray Adrián Loza, que lleva 5 años al frente de
OMP Turquía, apoya la decisión. “El fondo se usará respetando los criterios
que establezcan la Conferencia Episcopal, teniendo presente que casi todo será
destinado al vicariato apostólico de Anatolia que es el que ha sufrido más las
consecuencias”, detalla.
Este vicariato cuenta
con 8 parroquias, una minoría pequeña de católicos en un país musulmán, pero que comparten el
infortunio con sus vecinos y amigos. La catedral católica de Iskenderun se derrumbó la primera
noche tras el terremoto, y solo quedó en pie una pequeña parte, donde están
viviendo ahora unas religiosas y el sacerdote.
Además,
hay personas que han ido a buscar refugio a la zona que no se derrumbó.
Para ayudar desde España
Obras
Misionales no fue creada para actuar en emergencias y tragedias de este tipo,
pero en este caso quiere dar un paso para apoyar a los misioneros y frágiles
iglesias del lugar.
Fuente: ReL