Finaliza así su 40 viaje apostólico en África, como peregrino de la paz, en dos países marcados por la violencia, odio y la pobreza
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Como es tradición, el Santo Padre ha enviado un
telegrama a cada uno de los países sobrevolados durante el vuelo que lo lleva
de regreso a Roma. En esta ocasión, Francisco envía sus oraciones y deseos de
paz a Sudán del Sur, Sudán, Egipto, Grecia e Italia.
A las 11.56 partió el avión que lleva al Papa
de Yuba a Roma, su llegada al Aeropuerto Internacional de Fiumicino fue a las
16:49 horas. Finaliza así su 40 viaje apostólico en África, como peregrino de
la paz, en dos países marcados por la violencia, odio y la pobreza.
Telegramas
Inmediatamente después de su salida en avión
desde Yuba, el Santo Padre Francisco envió al Presidente de la República de
Sudán del Sur, Salva Kiir Mayardit, el siguiente telegrama: “Al dejar Sudán del
Sur al término de mi peregrinación ecuménica de paz, deseo expresar mi más
sincera gratitud a su excelencia, a las autoridades civiles y al querido pueblo
de Sudán del Sur por su cálida acogida y hospitalidad. Renovando mis oraciones,
invoco sobre la nación las abundantes bendiciones de Dios Todopoderoso”.
Mientras volaba sobre suelo sudanés, el Papa
envió otro telegrama al presidente del Consejo Transitorio de soberanía de la
República de Sudán, Abdel-Fattah al Burhan, a quien le ofreció la seguridad de
un recuerdo en sus oraciones por todo el pueblo sudanés, invocando las
bendiciones de paz y armonía sobre la nación.
Telegrama al presidente de la República Árabe
de Egipto, mientras el avión volaba sobre suelo egipcio. Confió la nación a la
providencia del Todopoderoso, invocó sobre todo el pueblo las bendiciones
divinas de la fraternidad y la paz.
A la presidente de Grecia, Katerina
Sakellaropoulou le aseguró sus oraciones por la nación y todo el pueblo,
pidiendo por la paz y la prosperidad para Grecia. Y al sobrevolar suelo
italiano, el Papa Francisco dirigió su telegrama al presidente de Italia,
Sergio Mattarella, le dijo en su telegrama, que de regreso de su viaje
apostólico a la República Democrática del Congo y al Sur de Sudán, tuvo la
ocasión de encontrarse con “pueblos anclados en firmes tradiciones espirituales
y deseosos de encontrar por fin la paz y la justicia”.
Sal de la tierra: el deseo del Papa al pueblo
sudanés
En la misa en Juba, última escala de su viaje a
África, Francisco pidió a los cristianos sursudaneses que sean sal para
aromatizar el país "con el sabor fraterno del Evangelio" y
"comunidades luminosas" que muestren la belleza de "construir
todos juntos un futuro reconciliado": las Bienaventuranzas "dan
también un buen sabor a la sociedad". También estuvieron presentes el
arzobispo Welby, el moderador Greenshields y el presidente Kiir. El Arzobispo
de Juba: "lentitud desalentadora" del proceso de paz
En la ceremonia eucarística, en el mausoleo de
"John Garang", el padre de la patria que murió antes de verla
independiente, ante más de 100.000 fieles festivos, el Papa hizo un llamamiento
"en nombre de Jesús, de sus Bienaventuranzas": deponer "las
armas del odio y de la venganza para tomar la oración y la caridad" y a
poner "sobre las heridas la sal del perdón, que quema, pero cura".
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