La misa por los no nacidos, actividad anual archidiocesana cristalizada desde el 2019 por el movimiento Sí a la vida ha permitido dar santa sepultura a más de 100 bebés no nacidos.
Dominio público |
Santa Gianna fue una médica pediatra y laica católica italiana,
que falleció prematuramente de un cáncer uterino, prefiriendo salvar la vida de
su hija aún no nacida antes que la suya. Este año, la Iglesia Católica celebra
los 100 años de su nacimiento (1922).
La Arquidiócesis de Guayaquil en coordinación con la Junta de
Beneficencia de Guayaquil realizaron la Santa Misa por los no nacidos a las
11h00 del 1 de noviembre en el Panteón Metropolitano, a pesar de los atentados
que sufrió el Ecuador en la madrugada de ese mismo día.
En esta celebración litúrgica se dio cristiana sepultura de los
restos de nonatos, en el mausoleo que donó el Panteón Metropolitano de la Junta
de Beneficencia para la sepultura de no nacidos de familias vulnerables, con el
objetivo de honrar la vida de los bebés fallecidos por diversos motivos en
etapa prenatal y neonatal, dando a sus familias el espacio de duelo,
recogimiento y consuelo que necesitan, devolviendo al pequeño su dignidad
humana.
La Santa Misa fue celebrada por S. E. Mons. Gerardo Nieves,
obispo auxiliar y coordinador de la pastoral Vida y Familia de la arquidiócesis
de Guayaquil; S.E. Mons. Gustavo Rosales, obispo auxiliar y S.E. Mons.
Giovanni B. Piccioli, obispo emérito de Daule, junto a 8 sacerdotes de la
ciudad, médicos privados, la directiva de la red médica arquidiocesana REDIMA,
y miembros de los movimientos y grupos laicales defensores de la vida.
También contó con la presencia de la Campana La Voz de los no nacidos, símbolo
provida enviado por el Papa Franciso a Ecuador para anunciar al mundo el⁷
Evangelio de la Vida.
Durante la homilía, S.E. Mons Gerardo Nieves invitó a los
asistentes a defender la vida y vivir sin miedo frente a lo que está sucediendo
en el país, sabiendo que la salvación viene del Señor, hizo referencia a la
primera lectura litúrgica del día, del libro del Apocalipsis que dice:
«¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del
Cordero!».
Antes de la bendición final, los esposo Daniel Lara y Martha
Gonzales conmovieron a los presentes con su testimonio provida. Los
médicos le recomendaron a Martha abortar a sus hijas mellizas a los pocos meses
de embarazo debido a que presentó insuficiencia renal durante el mismo, los
médicos le decían: «hay que deshacerse de los productos» pero ella y su
esposo se negaron a matar a sus hijas, se encomendaron a la Virgen de Fátima, y
un 13 de Mayo sus hijas nacieron sanas y salvas. La familia Lara Gonzales
considera el nacimientos de sus hijas un regalo de Jesús para su madre.
Poco tiempo después, llegó el trasplante de riñón que Martha esperaba de un donante
anónimo, y hoy toda la familia goza de una buena salud de alma y cuerpo.
La misa por los no nacidos, actividad anual arquidiocesana
cristalizada desde el 2019 por el movimiento Sí a la vida ha permitido dar
santa sepultura a más de 100 bebés no nacidos.
Fuente: InfoCatólica