LA IMITACIÓN DE CRISTO. LIBRO PRIMERO: “AVISOS PROVECHOSOS PARA LA VIDA ESPIRITUAL”

Capítulo 9: DE LA OBEDIENCIA Y SUJECIÓN

Dominio público
1.
 Gran cosa es estar en obediencia, vivir debajo de un superior y no tener voluntad propia. Mucho más seguro es estar en sujeción que en mando.

Muchos están en obediencia más por necesidad que por caridad; los cuales tienen trabajo y ligeramente murmuran, y nunca tendrán Libertad de ánimo si no se sujetan por Dios de todo corazón.

Anda de una parte a otra; no hallarás descanso sino en la humilde sujeción al superior.

La imaginación y mudaría de lugar a muchos ha engañado.

2. Verdad es que cada uno se rige de buena gana por su propio parecer, y se inclina más a los que siguen su sentir. Mas si Dios está entre nosotros, necesario es que dejemos algunas veces nuestro parecer por el bien de la paz. ¿Quién es tan sabio que lo sepa todo enteramente

Capítulo 10: QUE SE HA DE CERCENAR LA DEMASÍA EN LAS PALABRAS

1. Excusa cuanto pudieres el ruido de los hombres; pues mucho estorba el tratar de las cosas del siglo, aunque se digan con buena intención.

Porque presto somos amancillados y cautivos de la vanidad.

Muchas veces quisiera haber callado y no haber estado entre los hombres.

Pero, cuál es la causa que tan de gana hablamos y platicamos. unos con otros, viendo cuán pocas veces volvemos al silencio sin daño de la conciencia?

La razón es que por el hablar buscamos ser consolados unos de otros y deseamos aliviar el corazón fatigado de pensamientos diversos.

Y de muy buena gana nos detenemos en hablar y pensar de las cosas que amamos o sentimos adversas.

Mas, ¡ay dolor!, que muchas veces sucede vanamente y sin fruto; porque esta exterior consolación es de gran detrimento a la interior y divina.

2. Por eso, velemos y oremos, no se nos pase el tiempo en balde.

Si puedes y conviene hablar, sean cosas que edifiquen.
La mala costumbre y la negligencia de aprovechar ayudan mucho a la poca guarda de nuestra lengua.
Pero no poco servirá para nuestro espiritual aprovechamiento la devota plática de cosas espirituales, especialmente cuando muchos de un mismo espíritu y corazón se juntan en Dios.

Fuente: Catholic.net