La mayoría de las apariciones de la Virgen María en Fátima (Portugal) sucedieron los 13 de cada mes, un número con un gran significado que muestra la relación de la Madre de Dios con la salvación del mundo.
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Virgen de Fátima. Crédito: Iglesia en Valladolid (CC BY-SA 2.0) |
“Se
daban significados particulares a los números en el Antiguo Testamento que
continuaron en el Nuevo y fueron mencionados por los Padres de la Iglesia”,
agregó.
Pronechen
resaltó que el número trece en las apariciones de la Virgen de Fátima tienen
una conexión con la historia bíblica de Ester, que fue considerada por los
Padres de la Iglesia “como una representación de la Santísima Virgen María” en
el Antiguo Testamento.
Ester
fue parte de los judíos exiliados a Persia, donde la cuidaba su tío Mardoqueo,
un diligente servidor del monarca. El rey Asuero necesitaba una reina y de
entre todas las mujeres escogió a Ester.
“Amó
a Ester más que a todas las demás mujeres; de todas las vírgenes ella ganó su
favor y devoción, de modo que él puso la corona real en su cabeza y la hizo
reina” sin saber que era judía, citó Pronechen en el artículo.
Amán,
quien estaba celoso de la posición de Mardoqueo, logra con engaños ser la mano
derecha del rey y decreta que el 13 del mes judío de Adar todos los judíos en
el reino debían morir.
Pronechen
indicó que frente a esta sentencia, Ester revela al rey su origen judío y los
planes de Amán. Asuero “se indignó por la fechoría, dio muerte al villano y dio
la orden de salvar a los judíos”.
El
día 13, “día en que los enemigos de los judíos esperaban ganar poder sobre
ellos, se convirtió en un día en el cual los judíos ganaron poder sobre sus
enemigos”, señala el escritor. “Ester salvó a su pueblo. Ellos vivieron”,
agregó.
Pronechen
resaltó que esta relación muestra que, en su aparición en Fátima, la Virgen
María “vino a salvar a su pueblo mostrándoles el camino correcto a seguir”.
Además,
señaló que en la Enciclopedia Católica New Advent se
recuerda que Ester “proviene del hebreo que significa ‘estrella’ y
‘felicidad’”; y resaltó que Sor Lucía Dos Santos, una de los tres videntes de
Fátima, indicó al P. Thomas McGlynn que la Virgen “siempre tenía una estrella
en su túnica”.
“El
cielo nuevamente estaba haciendo la conexión para decirnos que María vendría a
Fátima también para salvar a su pueblo y a la Iglesia del mal”, agregó.
Asimismo, indicó que la Virgen María nos dirige a rezar el Rosario, mensaje que
se refleja especialmente durante su aparición en Fátima el 13 de octubre, mes
que la Iglesia dedica al Santo Rosario, donde se identificó como Nuestra Señora
del Rosario.
El
escritor resaltó que en una conversación con unos frailes carmelitas, Sor Lucía
señaló que “el escapulario y el Rosario son inseparables. El escapulario es un
signo de consagración a Nuestra Señora”.
“Fue
en el siglo XIII cuando Nuestra Señora le dio el Rosario a Santo Domingo. Y fue
nuevamente en el siglo XIII cuando también le dio a San Simón Stock el
escapulario marrón”, indicó Pronechen.
Finalmente,
resaltó que la Virgen María lleva a los fieles a la Sagrada Eucaristía, y sus
apariciones el 13 de cada mes tienen una relación con el Espíritu Santo, al ser
trece personas en total, ella y los doce apóstoles, los que se encontraban en
la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.
“El
número ’13’ conectado con Fátima, ya sea directa o indirectamente, es otra de
las razones por las que el mensaje y el significado de Fátima debe ser
relevante para nosotros”, concluyó.
Fuente: ACI