Durante la ceremonia, el arzobispo Welby ha calificado a Isabel II como «una personas de profundo servicio que ha cumplido con su deber hasta el final», y también como alguien «con una honda fe y esperanza», destaca el teólogo claretiano
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Foto: AFP/Ben Stansall |
El féretro
de Isabel II se
dirige ya hacia Windsor para ser enterrado después de un funeral al que han
asistido más de 500 líderes de todo el mundo. «Ha sido un funeral muy
cristiano. Perfectamente espiritual, tanto por las lecturas como por la homilía
del arzobispo de Canterbury», asegura el teólogo claretiano Carlos Martínez
Oliveras, cuya tesis profundiza en La Autoridad en el Diálogo Teológico
Anglicano Católico.
Justin Welby,
que ha calificado a Isabel II como «una personas de profundo servicio que ha
cumplido con su deber hasta el final», y también como alguien «con una honda fe
y esperanza», ha terminado su homilía «con aquella frase, we will meet
again —nos volveremos a encontrar—, que es la que dijo la reina en aquel
famoso discurso durante la pandemia». Según el experto, el arzobispo «la ha
dotado de un gran sentido de esperanza. Nos volveremos a encontrar en el cielo.
Ese ha sido su mensaje principal».
Para Martínez
Oliveras, «la ceremonia ha estado bien centrada en lo fundamental, que es la
fe, la esperanza y la resurrección», a pesar «de todo el boato por la presencia
de tal cantidad de líderes mundiales». De hecho, «se ha concluido con una
recomendación del alma de Isabel II».
Relaciones con
la Iglesia
Con la muerte
de Isabel II, su hijo Carlos III ha asumido la cabeza de la Iglesia de
Inglaterra. Un traspaso automático que el experto no cree que cambie nada. «La
Iglesia de Inglaterra ha llegado a la ordenación de mujeres al diaconado,
presbiterado y episcopado. Eso ha producido una cierta separación y
distanciamiento de la Iglesia católica, y no creo que eso vaya a cambiar».
A pesar de
ello, la relación de Isabel II con la Iglesia católica fue buena. Según el
embajador británico ante la Santa Sede, Christopher Trott, «los británicos
siempre tuvieron claro que su majestad, la reina Isabel II, era una cristiana
profundamente comprometida. Creo que eso es algo que obviamente, tiene mucho
eco en la Santa Sede y en los papas con los que se reunió, que la respetaba
como alguien de fe, de fe cristiana», ha
explicado el embajador a la agencia Rome Reports. De hecho, Isabel II «ha
mantenido y conservado el título de fidei defensor que el Papa le
otorgó al rey Enrique VIII en su día», recuerda Carlos Martínez Oliveras
El propio Welby
también tiene un peso importante en estas relaciones. «Para la Iglesia
católica, la Iglesia de Inglaterra ocupa un lugar preeminente dentro de la
Iglesia anglicana». Dentro de ella, «el arzobispo de Canterbury, Justin Welby,
está llamado a ser el interlocutor del Papa en Roma para con la comunión anglicana.
Dentro de poco, por ejemplo, ambos tienen previsto viajar a Sudán del Sur»,
concluye Martínez Oliveras.
José Calderero de Aldecoa
Fuente: Alfa y
Omega