Aunque ya conoces a Jesús, en este artículo te hablaré de 6 (¡sí, 6!) profesiones que tal vez no sabías que Él ejercía
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Dominio público |
¿Sabes cuál fue
la profesión de Jesús? «Carpintero», responderás rápido. Pero ¿qué dirías si te
cuento que Él fue y es mucho más que un artesano? Sí, «Maestro», adivinarás. O
«Médico de almas», dirás. Pero ¿me creerías si te digo que tiene otras
profesiones que podrían sonar como desconocidas?
Aunque ya conoces
a Jesús, en este artículo te hablaré de 6 (¡sí, 6!) profesiones que tal vez
no sabías que Él ejercía. Es más, estoy segura de que hay otras áreas en las
que Él trabaja callado, oculto, pasando desapercibido… pero actuando.
1. Psicólogo
Él no impone
una opinión suya, deja que nuestra libertad sea la que se mueva y actúe, a
partir de nuestra conciencia formada. Pero sí, está a nuestro lado mientras
discernimos esa respuesta. Paciente, escucha. Paciente, espera.
2. Ingeniero
Y es un trabajo
muy difícil: edificar un sueño divino, alcanzable a las obras de un amor
humano.
3. Comunicador
4. Abogado
Otra profesión
de Jesús que puede sonarnos un poco más. Él es la
perfecta misericordia, y nos defiende del Enemigo acusador. De todas
las maneras posibles, busca salvarnos, busca defendernos, busca librarnos de
una condena.
Pero también es
la perfecta justicia. No lo olvidemos. Nos advierte que a las malas obras,
sobrevienen consecuencias que pueden ser eternas. Pero nos da su ayuda para poder
escoger las buenas obras.
5. Enólogo
Cuando Él decía
«como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid…» ya
podíamos suponer que entendía de esta materia. En su primer milagro se sirvió
vino y el mejor vino.
Pero Él no es
un «catador», que solo prueba «resultados». Él busca atender y entender a la
vid. Como a nosotros. Primero se atiende a la persona, el resultado, el fruto
vendrá después. Él nos dice cómo lograrlo: «Yo soy la vid, vosotros los
sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante».
6. Licenciado
en Hotelería y Turismo
«Id por todo el
mundo» fue otra invitación suya. No solo nos pide a nosotros ir a buscar a cada hermano; Él lo hizo primero. Fue de
ciudad en ciudad anunciando la buena nueva, y hoy día sigue yendo de ciudad en
ciudad.
Ningún lugar es
demasiado lejos para buscar a un hijo perdido. Y cuando lo encuentra, lo
atiende de tal manera que este puede decir «verdaderamente, este es mi hogar».
María Belén
Andrade
Fuente:
Catholic Link