Bajo el lema “Rezar no es delito” decenas de jóvenes y familias enteras fueron el pasado sábado 2 de abril en San Sebastián hasta un conocido abortorio de la ciudad vasca para rezar allí el Rosario. Llevaban consigo una cruz y una imagen de la Virgen.
Durante las últimas semanas, y en respuesta a la entrada en vigor
de la ley que modifica el Código Penal para condenar a los rescatadores y a las
personas que rezan frente a los abortorios, se han ido produciendo diferentes iniciativas de oración como
protesta y para mostrar que seguirán defendiendo la vida del no nacido.Los agentes antidisturbios tuvieron que intervenir para velar
por la seguridad del grupo provida que intentaba rezar
Sin embargo, al llegar al abortorio Askabide de San Sebastián, los
jóvenes y las familias provida, entre los que había varios niños, fueron recibidos por un
numeroso grupo de activistas y feministas extremistas que les increparon
e insultaron.
La tensión fue en aumento y un numeroso grupo de policías antidisturbios de la Ertzaintza
tuvo que intervenir interponiéndose entre ellos para que los ataques
no se produjeran contra el grupo provida. Se llegaron a vivir momentos de gran
tensión en los que los agentes autonómicos estuvieron a punto de cargar.
Mientras eran
insultados e increpados, los jóvenes y familias rezaron de rodillas el Santo
Rosario frente al abortorio ayudados con un megáfono debido al enorme
ruido que generaban los manifestantes que les acosaban desde el otro lado de la
calle.
Cada vez son más los católicos de a pie, familias y jóvenes
conscientes de que la oración no solo puede ser un testimonio público de fe y
apostolado, sino que además es
"necesaria" para enfrentar al laicismo creciente en Occidente. Sucedió
recientemente en Austria con Österreich betet y en
Francia con el movimiento La France prie, que ya se ha
extendido rápidamente por Suiza, Bélgica y Alemania.
Sin embargo, el fenómeno no es exclusivo del corazón de Europa.
Especialmente en España la oración pública asiste a un crecimiento sin
precedentes: en estos meses, miles
de españoles están saliendo a la calle a rezar por motivos diversos, pero
ya lo hacen sin complejos.
Los organizadores de estos actos de Rezar no es delito frente
a los abortorios afirmaban que estas iniciativas "surgen porque quieren prohibirnos rezar en la calle". Para
sus organizadores, "se trata de defender la fe: Como católicos tenemos la
obligación de no entregarla y si aceptamos este paso y nos quitan la fe de la
vía pública no sabemos el mundo que le vamos a dejar a nuestros hijos. Nuestro
deber es plantarnos", añade.
"La fe no es
algo que haya que dejar de puertas para adentro" y con esta
iniciativa pretenden recoger el sentir "de muchos católicos" ante la
posible ilegalización de grupos de oración”.
J. Lozano
Fuente: ReL