“El sí a la vida encuentra escollos a salvar, como es la reivindicación del derecho a decidir la matanza de esa vida, si no resulta placentera”
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Foto referencial. Crédito: Pixabay |
Mons. Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba (España), recordó en
su carta semanal la celebración de la Anunciación, que tiene lugar el 25 de
marzo y entorno a esa fecha se celebra también la fiesta de la vida, en esta
ocasión bajo el lema “Acoger y cuidar la vida, don de Dios”.
"Dios se ha hecho embrión, ha comenzado a existir en todas
las fases del feto hasta ser dado a luz en la noche de Belén. El misterio del
Verbo encarnado ilumina hoy con luz propia esa fase oculta de la vida de todo
ser humano. Desde la concepción somos personas. Desde el instante mismo en que
el óvulo es fecundado por el espermatozoide, tenemos una nueva vida, una nueva
persona, con todos los derechos de vivir y con todas las obligaciones de
quienes le rodean para no interrumpir su proceso de maduración”, asegura en la
carta el Obispo de Córdoba.
En ese sentido también recordó que actualmente “el sí a la vida
encuentra escollos a salvar, como es la reivindicación del derecho a decidir la
matanza de esa vida, si no resulta placentera”.
"El aborto se ha generalizado como si de beber un vaso de
agua se tratara. Y por este camino son cientos de miles, de millones de
personas que son asesinadas en el seno materno, con la colaboración de una
sociedad que no se inmuta, que se ha insensibilizado ante la muerte de los
inocentes”, subrayó además insistió en que “no podemos callar ante este
genocidio, busquemos las formas adecuadas para que quienes tienen problemas con
un nuevo nacimiento encuentren otro regazo que pueda acunar ese niño, en lugar
del cubo de basura de un paritorio”.
Mons. Fernández también aseguró que junto al cuidado de la vida
por nacer también está el reto de la atención de la vida de los ancianos,
personas terminales y quienes necesitan cuidados paliativos.
"La eutanasia no es solución, ni el suicidio asistido. La
persona que está bien atendida no quiere morirse. Quien quiere morirse es
porque ha sido descartada ya hace tiempo por quienes debieran cuidarla”, afirmó
y animó a "revertir esa tendencia, saliendo al encuentro de quienes están
solos, de quienes sufren situaciones irreversibles”.
"La fe cristiana nos enseña que el sufrimiento es el
principal ingrediente de la redención. Y todo el que sufre está llamado a ser
colaborador en primera fila del misterio redentor, con Jesucristo, con María,
con todos los santos”, destacó.
Además, recordó la invitación del Papa Francisco a consagrar
nuestras vidas al Corazón Inmaculado de María, a consagrar a Rusia y a Ucrania
a este Corazón maternal. "Estamos sufriendo los horrores de la guerra.
Sólo una acción superior puede librarnos de este trance y librar a la humanidad
entera de tanto sufrimiento. En las grandes ocasiones de la historia, María ha
mostrado su maternidad protectora. También ahora quiere demostrarla, si la
invocamos con fe”, destacó.
Puede leer la carta completa AQUÍ.
Por Blanca Ruíz
Fuente: ACI Prensa