En el Día Internacional de la Mujer, nuestros pensamientos se dirigen a quienes están experimentando un gran sufrimiento como consecuencia de la guerra que se libra en Ucrania. En este año el Papa les instó a mirar su humanidad que puede regenerar el mundo
"La madonna di Kiev" @andrasfoldesjournalist (@andrasfoldesjournalist) |
Con lágrimas al despedir a sus maridos en el frente,
sólidas al abrazar a sus hijos asustados, valientes al gritar en las calles
"no" a una guerra que no pertenece a nadie, dispuestas a ayudar a los
soldados que deberían ser enemigos pero que, en cambio, son jóvenes asustados y
frágiles. El conflicto entre Rusia y Ucrania ha mostrado el rostro de la mujer
actual: un poliedro hecho de cuidados, fuerza, delicadeza, pero sobre todo la
expresión de un amor que, en el dolor, se convierte en casa y refugio.
Las mujeres, una
combinación de sueños y realidad
El mundo
mira a estas mujeres, ya sean rusas o ucranianas, hoy en el Día Internacional
que se les dedica y en el que las palabras del Papa Francisco, pronunciadas
varias veces, parecen estar cosidas a su piel quemada por el dolor. En la Solemnidad de la
Madre de Dios, el 1 de enero, el Pontífice recuerda a María, la
mujer del "conservar meditando" y subraya que "las madres, las
mujeres, no miran el mundo para explotarlo, sino para que tenga vida. Mirando
con el corazón, logran mantener unidos los sueños y lo concreto".
“Y
mientras las madres dan la vida y las mujeres conservan el mundo, trabajemos
todos para promover a las madres y proteger a las mujeres. Cuánta violencia hay
contra las mujeres. Basta. Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la
humanidad de una mujer, no de un ángel, no directamente, sino de una mujer. Y
como de una mujer, de la Iglesia mujer, toma la humanidad de los hijos.”
María y esa piedad
La
violencia contra las mujeres, un problema "casi satánico", dijo el
Papa en una entrevista televisiva con Mediaset en diciembre de 2021, tras
escuchar a Giovanna con una vida familiar difícil a sus espaldas. A ella le
repite el término "dignidad":
¿Cuál es la dignidad
de las mujeres golpeadas, abusadas? Me viene a la mente una imagen que se
encuentra al entrar en la Basílica, a la derecha, la piedad de la Virgen, la
Virgen humillada ante su hijo desnudo, crucificado, un malhechor a los ojos de
todos, es decir, la madre que lo crió, totalmente humillada. Pero ella no ha
perdido su dignidad y mirar esta imagen en momentos difíciles como el suyo de
humillación y donde sentimos que estamos perdiendo nuestra dignidad, mirar esa
imagen nos da fuerza... Mira a la Virgen, quédate con esa imagen de valor.
La
mirada de la esperanza
Humillación,
sufrimiento, dureza de espíritu: hoy en el corazón de cada mujer, en
determinados momentos de la vida, seguimos experimentando este vaivén. Existe
el cuidado, existe la mirada que se posa en la fragilidad, en el dolor, por
ejemplo, de los propios hijos. Esa mirada femenina -explicó el Papa- transforma
la desesperación y ofrece esperanza incluso en un escenario de
guerra.
Me vienen a la mente
los rostros de las madres que cuidan a un niño enfermo o con dificultades.
¡Cuánto amor hay en sus ojos, que, mientras lloran, saben dar razones para la
esperanza! La suya es una mirada conocedora, sin ilusiones, pero más allá del
dolor y los problemas ofrece una perspectiva más amplia, la del cuidado, la del
amor que regenera la esperanza.
Hay
palabras claves en estos pronunciamientos de Francisco que ofrecen un suspiro
de alivio, porque en la mujer, aunque sea maltratada, abusada, víctima, está la
semilla de Dios que es Amor, está el ejemplo de María que ayuda, está su sí que
no es rendición, sino confianza en el Señor y también en una humanidad que en
estos días no ve la luz y parece aniquilada por el doloroso fragor de la
guerra.
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
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