Recientemente, volvió a hacerse viral la historia de sor Catherine Wybourne, una monja de clausura benedictina que sabe aprovechar el potencial que ofrece el internet para evangelizar más allá de las puertas de su convento.
Sor Catherine Wybourne. Crédito: Twitter de Digital Nun (Sor Catherine Wybourne) |
Actualmente,
la religiosa vive en el Monasterio de la Santísima Trinidad (Holy Trinity
Monastery) de Wormbrifge, cerca del condado de Herefordshire (Inglaterra),
desde donde evangeliza a personas de más de 120 países del mundo, a quienes no
podría llegar sin el potencial que ofrecen los avances tecnológicos y el
internet.
“Los
días en que la gente simplemente llamaba a la puerta de un monasterio han
pasado, probablemente no del todo, pero no es tan fácil”, dijo hace unos años la religiosa
a Laura Lynch, presentadora invitada de la edición dominical del periódico
británico The Telegraph. “El internet es una especie de cuarta pared con muchas
ventanas: ven a ver qué tenemos para compartir”, agregó.
Antes
de ingresar a sus 27 años a la Abadía de Stanbrook en 1981, la religiosa era
una próspera profesional en Historia de la Universidad de Cambridge, que se
dedicaba al mundo de las finanzas en un banco. Curiosamente, dijo a The Telegraph que fue en
Stanbrook, Worcester, cuando dirigía la imprenta de los benedictinos,
que nació su amor por la tecnología.
Cuando
la religiosa decidió fundar el Monasterio de la Santísima Trinidad en el año
2004, ella tenía la certeza de que el convento debía tener presencia a través
de los medios virtuales. Por eso, “no solo creamos nuestro propio sitio web,
sino que intentamos ir un paso más allá, haciendo podcasts y videos”, relató.
Incluimos
“elementos interactivos como foros y capítulos en línea [reuniones], en un
momento en que, comparativamente, pocas personas de la Iglesia estaban
interesadas en esas cosas”, agregó.
La
religiosa no solo genera contenido desde el sitio web de los benedictinos y sus
redes sociales personales de Twitter, LinkedIn, Facebook,
sino que también organiza “retiros en línea” desde el monasterio.
Ella
dijo que las personas suelen acudir a estos encuentros de oración virtual
“cuando ya no pueden con la vida”. Por eso, suele animar a los líderes
religiosos a que descubran “qué es lo que mantiene a la gente despierta por la
noche” y aprendan cómo evangelizar en línea en la era digital.
Además
de llevar a Cristo a través de la virtualidad, para sostener la misión del
monasterio la religiosa ofrece servicios de diseño web y aplicaciones
tecnológicas a varios clientes externos. Todo este trabajo lo realiza desde su
dormitorio, donde también vive el perro del monasterio, señaló CBC News.
También,
sor Catherine tiene un especial interés en servir a los que más necesitan a
través de la tecnología, por ello se dedica a desarrollar recursos digitales
como audiolibros para personas con discapacidad visual.
“Estar
enclaustrado no significa que tengas que tener una mente cerrada o un enfoque
cerrado de las cosas”, dijo sor Catherine en la entrevista a The Telegraph.
“Describimos el internet como la cuarta pared de nuestro claustro y está
abierto a todo el mundo”, concluyó.
Es
importante destacar que para la religiosa el internet no es un reemplazo de la
adoración eucarística en las iglesias, sino que es un excelente recurso
espiritual en un tiempo en el que muchas personas, por diferentes razones, no
acuden a las parroquias o conventos como el suyo, para buscar ayuda espiritual o
material.
Para
los medios seculares, la “monja digital” ha convertido el internet en un
“espacio sagrado”, pues en lugar de utilizarlo como una especie de “centro
comercial, parque de diversiones y enciclopedia” como la mayoría de la gente, o
incluso como un “universo oscuro de vicios y peligros como los
ciberacosadores”, ella lo utiliza para salir al encuentro de las personas que
tanto necesitan de Dios en esta época tan compleja.
En
una reciente publicación, la religiosa reportó que fue ingresada al Hospital
Hereford por una infección en el pecho, y en su blog dijo que “desde el punto
de vista médico no se puede hacer más” y que ahora dedicará su tiempo en el
monasterio para prepararse “para morir”.
En
respuesta, una usuaria llamada Sibylle Batten comentó en Facebook:
“Las
publicaciones de tu blog me mantuvieron estable cuando gran parte de mi vida
parecía desintegrarse. Me enseñaste mucho sobre la amistad ‘digital’, sobre la
gracia y sobre aguantar con disciplina y amor cuando las cosas se pusieron difíciles.
Mis oraciones están con ustedes en su camino hacia adelante. Estoy tan contenta
de que internet nos conectó”, dijo la usuaria.
En el blog, sor Catherine pidió oraciones y anunció que la comunicación en sus redes será limitada, por lo que pidió a sus seguidores no pedir reiteradas actualizaciones sobre su estado, sino esperar a la comunicación oficial que se publique en sus redes sociales.