Un mes después del comienzo de la actividad volcánica, se celebran en santuarios de la Isla, diferentes celebraciones pidiendo el cese de la erupción
@NivarienseD |
“Contribuyamos a las necesidades de los
demás, siendo hospitalarios, asiduos en la oración, firmes en la tribulación,
generosos y solidarios con las personas”, afirmaba el obispo de Tenerife,
monseñor Bernardo Álvarez en la celebración que tuvo lugar en el Santuario de
la Virgen de las Nieves.
“Pedimos al Señor que aplaque este volcán
para que no haga más daño, dé fortaleza y nos impulse a cada uno al compromiso
para minimizar sus efectos”, puesto que no solo hay que dar, sino “darnos”,
continuó el obispo que pidió a los presentes oración: “Cuenta conmigo, le
decimos a Dios cuando rezamos”. “La oración por esta situación también es un
acto de solidaridad y cariño”- recordó.
Durante la celebración, el obispo de
Tenerife presentó en el ofertorio una bandeja con el nombre de algunas personas
que habían realizado un donativo a la parroquia de Todoque, como un signo de
tantas personas que están siendo solidarias con los damnificados.
Al final de la misa se hizo una oración a
María de las Nieves por todas las personas afectadas y por cuantos trabajan por
minimizar sus daños, y fue sacada, en breve procesión, la imagen de la patrona
palmera. Los fieles, que portaban velas, fueron rezando el Rosario.
No fue la única celebración de la Isla. De
manera similar se realizó una celebración tanto en el Santuario de la Virgen de
las Angustias como en el del Pino.
Un mes de erupción volcánica
Hace un mes la Isla de La Palma temblaba y
la lava del volcán de Cumbre Vieja comenzaba a fluir por la isla. Desde
entonces más de 2.000 edificios destruidos, 800 hectáreas arrasadas y más de
7.000 vecinos evacuados que no saben qué será de sus vidas.
El volcán no parece cesar en sus
explosiones y en su actividad sísmica. Las coladas se llevan muchos de los
edificios de Todoque, entre ellos su Iglesia parroquial y comienza a llegar al
barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, donde también han tenido que
desalojar, entre otros edificios, la Iglesia.
Durante todo este tiempo Caritas diocesana
y Caritas Española se ha volcado con quienes más lo necesitan y están
ofreciendo apoyo a la dolorosa situación que atraviesan muchas personas.
En un encuentro del obispo de Tenerife con
los responsables de estos trabajos afirmaba: “Los palmeros son personas muy
trabajadoras y muy fuertes en medio de las adversidades. Que sepan que cuentan
con el apoyo de todos. Estoy convencido de que van a experimentar la ayuda de
Dios, pero también la solidaridad de muchas personas y de tantas instituciones
que se han comprometido a ayudarles a rehacer y reconstruir sus vidas”
Álvaro Real
Fuente: Aleteia