¿Cómo averiguar si son de mentira o de verdad?
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
En estas
tierras tan labriegas ya está terminado el tiempo de cosechar. Hace unos días
celebrábamos litúrgicamente la fiesta de las témporas de acción de gracias, que
tradicionalmente se hacía precisamente para dar gracias al Señor por los frutos
recolectados y para pedirle de nuevo Su Gracia.
Así que
colocamos un cesto a los pies del altar, con unas flores, espigas y uvas de
nuestra huerta, de modo que, simbólicamente, le presentábamos al Señor todos
nuestros frutos dándole gracias.
Desde que lo
colocamos ahí, las reacciones han sido muy curiosas… desde el incrédulo que
daba por hecho que eran de mentira hasta el cura que, al finalizar la
Eucaristía, se acercó sigilosamente a tocarlas para ver si eran de verdad.
¡Todos han
pensado que eran de mentira! Lo único que les ha hecho darse cuenta de la
realidad fue acercase a tocarlas. ¡Hasta para algo así necesitamos la
experiencia!
Sí, porque a
todos nos sucede que, hasta que no vivenciamos, hasta que no experimentamos en
nosotros mismos algo, no nos parece real. De la misma manera nos pasa con
Cristo: podemos conocer todo de Él, podemos haber leído, estudiado, incluso
podemos haber estado desde niños cerca de la Iglesia, pero solo cuando tenemos
un encuentro personal con Él, realmente nos damos cuenta de que es real.
La vivencia es
necesaria para la Fe. Experimentar el Amor de Cristo transforma el corazón, una
sola mirada Suya hace más que mil teorías. Por eso lo necesitamos, porque, para
confiar en una persona o para amarla, antes necesitamos conocerla.
Hoy el reto del
amor es pedir al Señor una experiencia de Su Amor. Él siempre permanece con
nosotros, a cada instante se está manifestando en nuestra vida, lo que sucede
muchas veces es que nuestros ojos no lo saben descubrir, por ello, pídele al
Señor ojos nuevos para poder ver cómo se manifiesta en tu vida.
Nuestro
sacerdote, por acercarse a tocarlas, se las acabó llevando a casa para el
postre… Cuando tocamos a Cristo, también sucede lo mismo, Él se viene a nuestra
casa.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
14 Octubre 2021
Fuente:
Dominicas de Lerma