La luz de Jesús
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Esta semana mi
trabajo ha consistido en montar unas vitrinas nuevas para la nueva tienda que
estamos preparando. Ahora, esta nueva tienda, complementará a la tienda de
cerámica que ya tenemos.
Se llama tienda
Nueva Evangelización: Vive de Cristo. En ella tenemos todos los artículos que a
veces hablamos en el reto, como son camisetas, pulseras, llaveros, tazas,
muñecos, rosarios, bolígrafos, gamuzas, colgantes…
Hemos decidido
poner luces led en las vitrinas. Estas consisten en una tira de luz que se
coloca en un lateral. Los led no se ven, sin embargo, está todo muy iluminado.
Lo que más me
impresionó es ver cómo cambiaba la vitrina de tener luz a no tenerla. Sin luz,
veías a medias lo que había, te costaba distinguirlo. Con la luz, todo era más
fácil, te daba más paz.
Al llegar a la
oración me daba cuenta de que, a veces, preferimos ver a medias que tener luz.
Porque, cuando vemos a medias, podemos seguir tirando, dejar las cosas como
están. En cambio, cuando entra la luz, todo es diferente, ya no te quedas
indiferente, puedes ver qué ocurre y puedes actuar.
La luz nos trae
la vida. Jesús dice de sí mismo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no
camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (San Juan 8 ,12).
Jesús nos dice
“Yo soy la luz”, ven a mí, no camines en tinieblas… porque en tinieblas no se
ve por dónde caminar. Sin luz no podremos salvar los obstáculos, pero tampoco
podremos disfrutar de lo bueno.
La luz de
Cristo nos da fuerza para luchar contra el mal y nos da vida para disfrutar de
lo bueno y bello. La luz de Cristo te transforma. Está en tu mano vivir en la
tiniebla o vivir en la luz. Jesús te tiende la mano para vivir en la luz y
dejar las tinieblas.
En la luz
encontrarás la felicidad y la Vida. No lo digo yo, lo dice Jesús: tendrás la
luz de la vida, tendrás la luz de la paz y de la felicidad.
Hoy el reto del
amor es entrar en una habitación a oscuras y observar qué ves, después enciende
la luz, ¿qué ves? Ahora, entra en tu interior y, donde veas que no hay luz,
pídele a Jesús que te ilumine, que te dé Su luz.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma
