Una Iglesia en la que tantos jóvenes se reúnen alegres en torno al Señor, no tiene nada que temer respecto a su futuro", afirma el Papa emérito
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Cardenal Antonio María Rouco Varela, con Benedicto XVI Dominio público |
Recordando
aquellas fechas señala que “una Iglesia en la que tantos jóvenes se reúnen
alegres en torno al Señor, no tiene nada que temer respecto a
su futuro, aun cuando sobrevenga un chaparrón que intente
disgregarlo todo”. Palabras que deben ser meditadas detenidamente.
Décimo aniversario
En
una carta que el Papa emérito ha escrito al arzobispo de Madrid recuerda la Jornada
Mundial de la Juventud de 2011, de la que ahora se cumple 10
años. Benedicto XVI ha autorizado a que esta carta se haga pública.
Benedicto
XVI agradece al cardenal la felicitación que le envío con motivo de los setenta
años de sacerdote. Y también el envío que le hizo el cardenal Rouco de los
vídeos conmemorativos de la Jornada.
Vídeos
que el Papa emérito confiesa haber visto cada domingo durante el mes de agosto,
“entusiasmados por el arte fotográfico con el que recogen todos los detalles de
aquellos días, que de este modo pueden convertirse en una experiencia
duradera”.
La
misiva, fechada en la Ciudad del Vaticano el 10 de agosto de 2021, está
encabezada por el saludo “Eminencia, querido hermano”.
Oportuno mensaje
La
referencia a que “una Iglesia en la que tantos jóvenes se reúnen alegres en
torno al Señor no tiene nada que temer respecto a su futuro, aun cuando sobrevenga
un chaparrón que intente disgregarlo todo” es, sin duda, un oportuno mensaje.
El
cuerpo íntegro del texto de la carta dice así:
“¡Gracias de
corazón por tus buenos deseos con motivo de los setenta años de mi ordenación
sacerdotal!
Con tu carta me ha llegado también una colección de videos en los que se puede
ver todo el desarrollo de la Jornada Mundial de la Juventud de 2011 en Madrid.
Cada domingo vemos uno de ellos, entusiasmados por el arte fotográfico con el
que recogen todos los detalles de aquellos días, que de este modo pueden
convertirse en una experiencia duradera. Una Iglesia en la que tantos jóvenes
se reúnen alegres en torno al Señor no tiene nada que temer respecto a su
futuro, aun cuando sobrevenga un chaparrón que intente disgregarlo todo”.
Fuente: ReligionConfidencial