El presidente internacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP), Mons. Giampietro Dal Toso, fue el invitado de honor en el segundo día de las Jornadas Nacionales de Delegados Diocesanos de Misiones y Asamblea Nacional de Directores Diocesanos de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de España, que reunió a 80 participantes.
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Mons. Giamprietro Dal Toso. OMP |
Uno
de los puntos destacados de su intervención giró en torno a la importancia de
que el carisma de OMP se ponga al servicio de las iglesias locales y pidió a
los delegados que sean “el motor” en sus diócesis para “cultivar el celo
misionero como parte esencial del trabajo pastoral ordinario”. En este sentido
subrayó que “ninguna iglesia puede vivir para sí misma”, porque la Iglesia es
un cuerpo “donde todos están vinculados”; por eso, la dimensión “ad gentes”
puede ayudar a la iglesia local a “ir más allá de sí misma para permanecer
abierta”, evitando el “peligro del localismo”. Para el futuro de OMP, su
presidente consideró primordial insertarse en la iglesia local, sin la cual
“difícilmente podremos continuar”.
Mons.
Dal Toso compartió un “deseo” que, como él mismo confesó, tiene “desde hace
años” en el corazón, y que se ha confirmado con “la historia de Teresita”, la
niña que pudo cumplir su deseo de ser misionera poco antes de morir, cuando un
vicario madrileño la constituyó “misionera de la Iglesia”. Este deseo del
prelado es subrayar y difundir “el nexo entre sufrimiento y misión”, asumido en
España y algunos países de Hispanoamérica con una “obra especial para los
enfermos”: Enfermos Misioneros.
El
presidente de OMP consideró que este es un momento precioso para preguntarse
por el camino de la institución, sobre todo en el horizonte de 2022, que
reunirá varios acontecimientos importantes: el 400 aniversario de la
Congregación para la Evangelización de los Pueblos (que en 1622 era conocida
como Propaganda Fide); el 200 aniversario de la Obra de la Propagación de la
Fe; y el centenario de la elevación de las obras misionales a “pontificias”. A
estas celebraciones se une la beatificación de Pauline Jaricot, fundadora de la
Obra de la Propagación de la Fe.
Según
Mons. Dal Toso, este marco ofrece a OMP “una ocasión que no podemos dejar pasar
para dar a conocer el carisma de OMP y de Pauline Jaricot, una mujer
laica “poco conocida y subestimada”, cuyo deseo fue “vivir en el mundo para
llamarlo a la fe”. La ponencia del presidente de OMP dio pie al trabajo en
grupos, del que saldrán las aplicaciones prácticas que las Delegaciones
Diocesanas de Misiones y de OMP deberán poner en marcha en sus respectivas
iglesias locales, para alentar el impulso misionero que ha caracterizado la
“notable tradición misionera” de España, como destacó el presidente de OMP.
Fuente: Obras Misionales Pontificias