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Imagen referencial. Crédito: Diócesis de Ibiza (España) |
El
Administrador Diocesano de la diócesis de Ibiza y Formentera (España), el P.
Vicente Ribas, explicó en una carta que el pasado día 15 de septiembre la
Consejería de Sanidad adoptó una serie de medidas temporales para la contención
de la COVID-19.
De
esta manera, el P. Ribas explicó que la Consejería decidió “cerrar las dos
parroquias de la ciudad de Ibiza situadas dentro de la zona confinada: la
parroquia de Santa Cruz y la parroquia de Nuestra Señora del Rosario”.
Una
medida que el administrador apostólico calificó de “desproporcionada e injustificada”
y cuestionó los “criterios objetivos que han llevado a la responsable de salud
a nivel autonómico a la adopción de suprimir el culto”.
“Y
cuanto más reflexiono y medito sobre la objetividad de esta medida, más claro
se muestra que, tras esta supresión no hay absolutamente ningún criterio
objetivo, excepto la pura y más absoluta arbitrariedad”, aseguró.
Además
subrayó que “la libertad religiosa, como casi todo el mundo sabe, puesto que
parece que hay quien lo desconoce, está recogida por la “Declaración de los
Derechos Humanos” y en las constituciones o cartas magnas de todos los países
que se declaran y son democráticos, como es el caso del nuestro”.
Ante
esta situación el P. Ribas asegura que ha presentado un recurso ante la Sala de
lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de las Islas
Baleares contra la medida que afecta a los lugares de culto.
A
todos los fieles cristianos de Ibiza que se han visto privados de este derecho
fundamental les pido que sobrelleven esta dificultad con ánimo evangélico.
Puede
leer la carta íntegra AQUÍ.
Fuente: ACI Prensa