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D. Javier Contreras
durante una exposición del Santísimo en su parroquia |
Como informó
Religión Confidencial, la policía se personó en el lugar de los hechos,
deteniendo al asaltante. El sacerdote fue trasladado al Hospital de
Alcorcón, donde recibió 24 puntos.
Ni siquiera ha estado un día en reposo. Ayer
por la tarde, acudió a la parroquia para atender a sus feligreses, celebrar
misa y estar presente en la adoración.
"No conocía a este individuo que ahora
permanece ingresado en un psiquiátrico. Creo que lo que me ha pasado es un don de Dios para que todos estemos más
unidos en la parroquia", relata D. Javier con mucho
aplomo a Religión Confidencial.
Ha recibido innumerables muestras de cariño. Le
ha llamado el obispo de Getafe, D. Ginés Beltrán y también el Vicario del Opus
Dei en España (D. Javier está incardinado al Opus Dei).
En estos últimos meses, especialmente durante
todo el confinamiento causado por la pandemia de la covid, mantuvo
una intensa actividad caritativa, organizando diferentes iniciativas solidarias
como recogidas de alimentos destinados a las familias más necesitadas de la
localidad.
"Queridos feligreses y amigos de la
parroquia de San Josemaria. Sobre el incidente de esta mañana en la parroquia,
y para que no os alarméis si os llegan noticias: Estoy bien. Sobre el agresor
se trataba de un chico joven con un proceso psiquiátrico y que, parece que
quería un cura menos.
A las 7.10 de la mañana al abrir la iglesia
para hacer oración antes de la misa de 7.45, los dos solos en el aparcamiento. Tres puñaladas leves que podrían haber sido
otra cosa, especialmente la del esternón. Me defendí como Bruce Lee con clergiman,
y gracias a eso no fue a mayores.
Estuve sereno en todo momento, rezando al Señor
por ese pobre chico, antes, durante el forcejeo de cinco minutos..., y después:
está detenido e ingresado en la unidad de psiquiatría del Hospital. Un pobre
chico que quería matar a un sacerdote "porque los sacerdotes matamos a los
niños..."

Vino la policía y le redujeron entre cuatro.
Luego en la comisaría uno de ellos me dijo, qué valor tiene Vd. padre. En
fin. La Policía amabilísima y en urgencias del Hospital ejemplares. Una
enfermera me dijo, "yo sé bien quién le ha salvado a Vd. padre."
Estoy muy tranquilo y con ganas de seguir trabajando. No hay nada de odio a Dios en todo esto, sino una crisis psicótica aguda, eso espero al menos. Estoy sereno y con ganas de seguir trabajando por el Señor. Un abrazo fuerte a todos. Este incidente nos une más. Rezo por cada una de vuestras familias. Todo sigue igual en la parroquia, con el mismo calendario y mayor ilusión aún".
