El
20 de julio se cumplen 51 años de la llegada del hombre a la Luna y pocos saben
de la especial relación que tuvieron los astronautas de la misión del Apolo XI
con la Virgen de Luna, patrona de las localidades de Pozoblanco y Villanueva de
Córdoba (España)
Llegada del hombre a la Luna. Crédito: Pixabay |
La
relación entre la Virgen de Luna y los astronautas de la misión del Apolo XI
tuvo lugar gracias a la grandísima devoción que Felipe Sánchez, secretario de
la Cofradía de la Virgen de Luna de Córdoba, tenía a esta advocación.
“Mi
padre era una persona sencilla, empleado de una droguería, él no era el
propietario. (…) Su prioridad era la Virgen de Luna y llevar a la Virgen de
Luna a todos los sitios. Y trabajaba denodadamente por todas estas cosas”,
recuerda su hijo Rafael Sánchez.
En una entrevista concedida a la Cadena
COPE dijo que su padre Felipe Sánchez, que falleció en 1997, vio una relación
clara entre esta advocación de la Virgen y la llegada del hombre a la Luna y
por eso decidió escribir una carta a los astronautas Armstrong, Collin y Aldrin
“dándoles la enhorabuena por la gesta que habían conseguido”.
“Con
mucha ilusión y con mucha humildad escribe unas cartas y las envía al embajador
de Estados Unidos en España pidiéndole el favor de que se las hiciera llegar a
la NASA y les adjuntó unas estampas de la Virgen de Luna”, precisó Rafael
Sánchez.
Las
cartas se escribieron a finales de julio de 1969 y llegaron a la embajada a
principios del mes de agosto de ese mismo año.
“La sorpresa es que a finales de septiembre
a casa llega un sobre de la NASA que contiene una carta con las firmas
originales de los astronautas Armstrong, Collins y Aldrin, agradeciendo el
gesto que se ha tenido con ellos de enviarles esa estampa de la Virgen,
confirmando que han recibido y al mismo tiempo les remiten una foto firmada y
un tarjetón con la firma de ellos”, explicó Rafael.
Estas cartas se conservan en el Santuario
de la Jara, en donde está la Virgen de la Luna, en Córdoba
Además, Rafael aseguró que esas cartas
fueron “el inicio de una bonita historia”, ya que el intercambio de
correspondencia siguió con las siguientes misiones espaciales y “se tiene
constancia de que hasta el Apolo XVII los astronautas remiten una carta firmada
a mi padre”.
Fuente:
ACI