HOY EL RETO DEL AMOR ES VER EL DÍA COMO UNA OPORTUNIDAD

Un cuaderno diferente

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Siempre llevo un cuaderno a la oración. Escribir al Señor es la mejor herramienta que tengo para no distraerme.

Mi problema es que no hay forma de mantener el orden. Cada día escribo de una manera, con un color... Así que lo llamo el “cuaderno caos”.

-¡No! -me respondió Israel cuando le comenté mi frustración- No es un caos, ¡es un cuaderno creativo!

Aquello me hizo gracia... y me dio mucho en qué pensar.

Estamos en una situación como nunca antes habíamos vivido. Todo es extraño, desconcertante... caótico.

De pronto me surgió una pregunta: ¿Cómo se enfrenta el Señor al caos? ¿Qué haría Él?

En realidad, ya lo ha hecho. El Señor se puso frente al caos en la primera página de la Biblia. Dice la Palabra que, “al principio, la tierra era caos y vacío”...

Pero continúa: “el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas...”. Y así, del caos, el Señor sacó el cosmos, surgió la vida.

Jesucristo no se aparta del caos. A nosotros nos gusta el orden, lo comprensible, lo controlable. Ante una situación que nos desestabiliza, solo mantendremos la alegría si seguimos con los ojos fijos en Cristo. Él está contigo en esta situación. Y, con Él, descubrirás que hoy tu jornada no será caótica, ¡sino creativa!

En efecto; en medio de esta tormenta, también descubrimos miles de pequeñas luces, gestos concretos de amor y solidaridad: vecinos que cuidan unos de otros, artistas (conocidos y anónimos) que ofrecen sus talentos de forma gratuita por internet, aplausos nocturnos...

El caos puede ser un punto de inicio. Con Cristo, del caos, nace la vida.

Hoy el reto del amor es ver el día como una oportunidad. Te invito a que le pidas a Cristo unos ojos nuevos para descubrir Su presencia a tu lado. ¡Gánale la partida al cansancio! Y, cuando hoy te salga la queja, ¡cámbiala por la acción de gracias! Jesucristo está contigo, en tu casa, ¡descúbreLe! La acción de gracias ensancha el corazón, alegra el alma, ¡y te hará feliz!

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma