“¡Ahora
hago todo nuevo!"
Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Por
la mañana, antes de ir al coro, tomo un poco de café en una taza marrón, muy
rústica.
Esta
mañana, después de tomar el café, al lavarla, me quedé con el asa entre mis
manos y el cuenco por otro lado. No hubo violencia o acto forzado, simplemente,
se desprendió el asa, como si dijera: “¡Hasta aquí he llegado, ya no sirvo para
ser usada!…”
Mirando
mi taza en dos piezas, me daba cuenta enseguida de que todo en la vida llega a
su fin, por el hecho de ser caduco y no eterno…
Y
en la oración, el Señor me dejaba ver que, en nuestra vida, sucede lo mismo: el
gran Alfarero nos formó del polvo de la tierra e hizo una vasija hermosa y muy
útil… Ah, esto es lo que buscamos todos: tener una apariencia bella y
agradable, y servir para mucho… Así, estudiamos, aprendemos y nos llenamos de
conocimientos, todo muy útil y bueno…
Pero
llega un día en que el “asa” se desprende del “cuenco” y las cosas cambian a
nuestros ojos, radicalmente… ¡Pero a los ojos de Dios, todo es muy distinto de
nuestra percepción!…
Él
es el Único que recompone nuestra vasija rota y hace una obra en nuestro barro,
dejándonos mucho más bellos y útiles que antes… ¡Él nos regala una nueva
naturaleza y es nueva, entre otras cosas, porque ahora ya no se puede romper,
es perfecta, con la perfección divina!… Solo nos pide que creamos de verdad en
que Él puede hacer estas maravillas... ¡Y las hace!…
¡Demos
gracias a Dios en Jesús y estemos muy alegres porque Él ha amado esta
naturaleza nuestra de barro y ha dado su Vida por ella!
Hoy
el reto del amor es ponerme en las manos amorosas de Jesús y entregarle “mi
cacharro roto”, con una o dos grietas, en las que me veo defectuoso, para que
Él me recomponga, con el Amor con el que hace todas las cosas…
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma