Hacia
lo alto
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer,
cuando iba hacia el coro, me llamó la atención nuestro pozo del claustro. Todo
él está rodeado por una jardinera con diversas plantas. Y, como ya estamos en
primavera, estaban muchas de ellas en flor. Pero lo que más me sorprendió fue
descubrir cómo estaban creciendo las plantas, pues, como el espacio de la
jardinera es reducido, estas se están desbordando, y sobre todo crecen hacia lo
alto más que a lo ancho, incluso enredándose entre el arco del pozo.
Cuando
llegué al coro, aquella imagen seguía en mi cabeza; me recordaba la
circunstancia que estamos viviendo en este momento. Especialmente me venía al
corazón cada persona, cada familia que estáis en casa sin poder salir.
Y
es que, como aquellas plantas, ahora nosotros vivimos en un espacio reducido;
sin embargo, al igual que las plantas, que no dejan de crecer, también nosotros
estamos llamados a no dejar de crecer, a que este tiempo florezca en nosotros.
Y, cuando el espacio horizontal es pequeño... ¡es una oportunidad de crecer
hacia arriba!
Una
buena recomendación que todos dan es hacerse un horario y cumplirlo; y que en
ese horario haya un espacio para el Señor es fundamental. Lo que sucede es que
el Señor no se conforma con ser el primero o el último de una lista de tareas o
de un horario, sino que Él quiere ser el centro, para poder llenar de Vida
todas las demás tareas que ocupan tu día. ¡Él es como este pozo que riega toda
tu jardinera: tu casa, tus relaciones familiares...!
A
mí me ayuda mucho pedirle cada mañana unos ojos nuevos para descubrirlo en las
cosas que tengo entre manos, en las que me tocará hacer ese día. Y desde ahí,
en cada tarea le pido que me muestre “un reto”, que no es otra cosa sino que te
explique con una sencilla imagen lo que estás viviendo en tu corazón, tal y
como Él hizo en las parábolas, y tal y como sigue haciendo en nuestra jornada.
Todo
para mostrarte su Amor en tu momento presente. Él siempre está contigo, y
siempre te invitará a orar, a amar y a confiar en Él.
Hoy
el reto del amor es hacer tu propio reto. Es momento de crecer “hacia lo alto”,
de dar paso a Jesús en más ámbitos de tu vida, de hacer experiencia cada día de
que Él te regala descubrirle entre tus cosas concretas. Él siempre está ahí, de
nosotros depende quererlo descubrir.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma