Con motivo de
la pandemia de coronavirus las Misas de muchas diócesis del mundo han sido
suspendidas para evitar el contagio de este virus y por eso se anima a
participar en la Eucaristía a través de la radio, la televisión o internet
Imagen referencial. Crédito: Pixabay |
Por eso el
sacerdote de la Archidiócesis de Toledo (España), el P. Miguel Garrigós,
propuso para ACI Prensa 8 puntos para vivir la celebración eucarística de
manera remota pero con el debido recogimiento y preparación.
1.- Prepara tu corazón un tiempo antes de conectarte a la
celebración de la Misa retransmitida por televisión, radio o internet. Sería
bueno que leyeras con antelación las lecturas de la Palabra de Dios que se van
a proclamar. Valora el inmenso don que es el Sacramento de la Eucaristía, dando
gracias al Señor porque te permite unirte espiritualmente.
2.- Si vais a seguir la retransmisión en familia es muy
buena ocasión para dar a los hijos una catequesis sobre cada una de las partes
de la Misa. Hazlo en voz baja, para que ellos perciban que están viviendo
algo sagrado.
3.- Cuando empiece la celebración, intenta desconectarte
de todo lo demás: deja a un lado los chats del móvil, no estés haciendo otras
tareas que te distraigan. Únete profundamente, con recogimiento, al sacerdote
que preside, pidiendo perdón por las faltas que hayas cometido.
4.- Puede ayudarte a mantener viva la atención que tengas
las posturas que adoptarías si estuvieras en la Iglesia. Esto ayudará
particularmente a los más pequeños de la casa.
5.- En el momento del Ofertorio, pon sobre el altar todo
lo que estás viviendo, tus sufrimientos y tus esperanzas, renovando tu ofrenda
al Señor.
6.- Vive con especial fervor el momento de la
consagración, si es posible, poniéndote de rodillas para adorar este gran
Misterio del Amor que vuelve a hacerse realmente presente cada vez que el
sacerdote consagra el pan y el vino, que se transforman en el Cuerpo y la
Sangre de Jesucristo. Cierra los ojos para descubrir cómo se unen el Cielo y la
Tierra, todos los ángeles y los santos se postran para adorar al Señor del
Universo que se hace pequeñito por Amor a nosotros.
7.- En el momento del Padrenuestro, acuérdate de todos
tus hermanos, hijos del mismo Padre Celestial, que repartidos por toda la
tierra alaban a su Señor.
8.- Llegados al momento de la Comunión, ponte rodillas y
haz una comunión espiritual, avivando el deseo inmenso de recibir a Jesucristo
en tu alma. Recita alguna de las oraciones que la piedad cristiana ha elaborado
con fervor para este momento. Si participan los niños, les puede ayudar mucho
rezar las oraciones que el Ángel enseñó a los Pastorcitos de Fátima. Prueba a
que las recen como pidió el Ángel a esos pequeños: postrados de rodillas, con
la frente en el suelo.
Contempla con
los ojos de tu corazón a Jesús que te ama con locura. Preséntale en este
momento todas tus intenciones y necesidades. Dale gracias por tanta
Misericordia. Dile con cariño cómo te gustaría poder recibirle en la
Eucaristía.
9.- Al concluir la Misa, agradece al Señor que a través
de los medios de comunicación hayas podido participar en el Santo Sacrificio
del Altar.
Fuente: ACI