El Comité
Permanente de la Conferencia Episcopal chilena ha emitido un comunicado ante el
recrudecimiento de la violencia en el país
En el texto denuncian los saqueos y profanaciones a templos y lugares de
culto. «Los violentos solo nos impiden mirar con la debida atención las
peticiones justas de la mayoría del pueblo chileno, que anhela soluciones
reales y pacíficas», aseguran.
«Como muchos chilenos y chilenas, nos oponemos
radicalmente a la injusticia y a la violencia, las condenamos en todas sus
formas y esperamos que los tribunales identifiquen a los responsables y se les
sancione», escriben los obispos del Comité Permanente de la Conferencia
Episcopal de Chile (CECh), ante el recrudecimiento de la violencia y ataque a
lugares de culto.
En la declaración, publicada este sábado, 9 de
noviembre, los prelados se solidarizan con los fieles de la Archidiócesis de
Santiago con motivo del saqueo y la profanación de la parroquia de La Asunción
de María. Asimismo, extienden su solidaridad a todas las comunidades y pastores
de otros templos y recintos de diversos cultos que han sido atacados en
distintas ciudades.
«Nos duelen el
maltrato a las personas, los constantes saqueos y la violencia, venga de donde
venga; nos causa dolor el ataque a templos y lugares de oración sin ningún
respeto por Dios y ni por quienes creemos en Él». Recordando que los templos y
otros lugares de culto son sagrados, los obispos chilenos invitan a orar para
invocar el perdón de Dios por las profanaciones y, como Iglesia, «repararemos
estas gravísimas ofensas a Dios y a sus fieles».
En la declaración, los obispos del Comité
Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile se oponen radicalmente a la
injusticia y a la violencia, condenándola en todas sus formas y esperando que
los tribunales identifiquen a los responsables y sean sancionados. «Los
violentos solo nos impiden mirar con la debida atención las peticiones justas
de la mayoría del pueblo chileno, que anhela soluciones reales y pacíficas».
Asimismo, los prelados chilenos piden a las autoridades
que se restablezca la convivencia cívica, se aplique la ley y se ejerza con
todos los recursos propios de un Estado democrático. «La gente no solo está
cansada de la injusticia, también de la violencia, y la gran mayoría esperamos
con ansias el diálogo con respeto que reconstruya el tejido social».
Fuente: VaticanNews/Alfa y
Omega