El
Pontífice bendijo un icono creado por un artista ortodoxo griego con ocasión de
la campaña de oración "Consuela a mi pueblo"
Icono de la Santísima Virgen de los Dolores, bendecida hoy por el Papa |
Un
nuevo gesto del Papa en apoyo a la campaña de oración "Consuela a mi
pueblo", promovida por la Ayuda a la Iglesia Necesitada junto con las
Iglesias católica y ortodoxa de Siria, en favor de los cristianos sirios cuyos
familiares fueron secuestrados o asesinados en los ocho años de conflicto.
El
Papa Francisco se reunió ayer mañana en la Casa Santa Marta, con una delegación
de "Ayuda a la Iglesia Necesitada" encabezada por el Cardenal Mauro
Piacenza, presidente internacional de la Fundación. El Pontífice bendijo un
icono creado por un artista ortodoxo griego con ocasión de la campaña de
oración "Consuela a mi pueblo". El pasado 15 de agosto el
Pontífice ya había demostrado su apoyo a la iniciativa invitando
excepcionalmente al director ejecutivo internacional de ACN, Thomas
Heine-Geldern, a asomarse desde el balcón de su estudio al final del Ángelus,
para la bendición de los rosarios.
Un pueblo en oración
Estos
rosarios, realizados por artesanos cristianos de Belén y Damasco, se
distribuyen hoy en la fiesta de los Siete Dolores de la Santísima Virgen María,
en las parroquias de las 34 diócesis sirias, tanto católicas como ortodoxas.
Los fieles rezan por las personas asesinadas y secuestradas y por sus familias.
Alrededor de 2000 familias cristianas perdieron a uno de sus seres queridos
durante el conflicto. Además de los rosarios, se distribuyen Biblias en árabe
donadas por la ACN y cruces en madera de olivo de Tierra Santa, bendecidas por
el Patriarca Sirio Ortodoxo Efrem III. El Papa Francisco se ha unido
repetidamente a las iniciativas de la Ayuda a la Iglesia Necesitada en
beneficio de la población siria. También el domingo 2 de diciembre, después del
Ángelus, el Pontífice encendió un cirio en el marco de la campaña de oración de
la Fundación "Velas por la Paz en Siria". Después de la reunión de
hoy, el Cardenal Mauro Piacenza destaca cómo el mundo necesita tanta compasión
y la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores da una lección de verdadera y
profunda compasión, de ternura materna.
Vatican
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