En
el país africano, los musulmanes son cada vez más violentos contra la minoría
cristiana. Precisamente por esto vale la pena esta historia
Capture d'écran YouTube |
El
Departamento de Estado de los Estados Unidos ha otorgado a Abubakar Abdullahi,
un imán nigeriano de 83 años, un prestigioso premio, el “Premio Internacional a
la Libertad Religiosa” por esconder y salvar la vida de cientos de cristianos.
Un
gesto que dice mucho acerca de cuántos musulmanes son caritativos, y están
dispuestos a arriesgar sus vidas para salvar las de los cristianos, a pesar de
la furia asesina de los extremistas musulmanes radicales.
La historia
Un
grupo de pastores musulmanes armados ataca la aldea de Nghar, en Nigeria. El
país africano está siendo víctima de la persecución anticristiana de grupos de
radicales islámicos cercanos a Al Qaeda, que quieren expulsarlos de los
territorios del norte del país, donde la mayoría de la población es musulmana.
Ese
día, tan pronto como terminaron sus oraciones del mediodía, el imán de la
pequeña comunidad, Abubakar Abdullah, escuchó los disparos y salió de la casa:
comprobó que se estaba produciendo una verdadera cacería de cristianos.
Inmediatamente el hombre comienza a llamarlos y en pocos minutos esconde hasta
262 en la mezquita y en su casa.
Luego,
sale con las manos desnudas frente a los agresores y les prohíbe entrar en la
mezquita, ofreciéndose a sí mismo en lugar de los cristianos como sacrificio.
Nadie se atreve a entrar a la mezquita, y aunque 84 cristianos fueron
asesinados ese día en las calles de la ciudad, la cifra hubiera sido más alta
sin el valiente imán (www.ilsussidiario.net, junio de
2019)
La masacre y la escolta
La
situación de los cristianos en Nigeria es muy complicada. Una nueva masacre
tuvo lugar el pasado 17 de junio en dos estados diferentes de Nigeria. Cientos
de musulmanes de etnia fulani armados asaltaron varias aldeas, mataron a 13
cristianos, incluidos tres niños, arrasaron cientos de casas e incendiaron al
menos dos iglesias.
“Todas
las casas fueron quemadas y saqueadas, los campos se convirtieron en humo y los
habitantes se dispersaron”, dijo un testigo a Morning Star News (17
de junio), que contó 93 casas quemadas. Se destruyó toda la cosecha (www.tempi.it, junio de 2019).
Después
de estos ataques terroristas, para ir a misa, los cristianos se ven obligados a
ir acompañados por una escolta, como se muestra en el siguiente video (www.ceinews.it, 23 de julio).
Gelsomino del Guercio
Fuente:
Aleteia