“¡Él
es nuestra paz!”
Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
La
iglesia en estos días de verano reluce por tantos centros de flores muy
vistosos y variados. ¡Conté hasta ocho...! Como tuvimos el domingo, día 11 de
agosto, retransmisión de la misa por televisión, muchos de nuestros amigos
quisieron que todo estuviera muy bello, a la vista de tanto espectador y para
que Jesús, presente en el altar, gozara también con todos nosotros del amor que
hemos puesto en torno a su Presencia Viva.
Las
sacristanas se desvivieron en la hermosura y pulcritud con que pusieron los
manteles y vasos sagrados… ¡Todo estaba a punto!
Sí,
esto es lo que llama nuestra atención, mas, hay un detalle humilde, pero de gran
profundidad, que pasa inadvertido: dos macetas de plantas verdes grandes con
unas pocas flores blancas que colocaron a derecha e izquierda en el crucero. La
planta se llama “spatifilo” y tiene unas características especiales…
Lo
primero: la llaman “la planta de la paz”… ¿y esto por qué? Porque sin ruido y
sin ser vista, a su alrededor crea un clima de gran paz y serenidad. Respirar
cerca de ella, le hace a uno sentir que el aire es puro y muy bueno para la
salud, agradable para sentirse bien… ¿Por qué produce esto? Dicen los
entendidos que tiene la gran capacidad de eliminar los gases contaminantes de
las habitaciones, producto de nuestra respiración o de otras plantas que de
noche exhalan aire tóxico para nuestra salud…
¡Qué
cosas más bellas y sorprendentes ha creado nuestro buen Dios!...
En
la oración serena, veía cómo el spatifilo es un reflejo de la acción de Jesús
en nuestras vidas: su presencia nos produce una gran paz: “Él es nuestra Paz”.
Junto a Él no cabe sino la armonía y el gozo del orden de lo bello, que se
filtra por toda nuestra vida…
Y
ya, dentro de nosotros, la gracia de la Paz, expulsa de nuestro corazón todos
los “gases contaminantes” que a veces no nos dejan disfrutar de Jesús… ¡Él,
como si se los “tragara en su Corazón” y los hiciera desaparecer, deja en
nuestra alma solo el Amor!… ¡Amor para sentirnos bien!... ¡Amor para sonreír y
darle gracias a Dios!... ¡Amor para desear ser buenos y entregarnos a nuestros
hermanos que no conocen este regalo!... ¡Y Amor para amar más a Jesús!…
Hoy
el reto del amor es ser como la planta de spatifilo, que me recuerde que Jesús
es mi Paz y mi Salud, y purifica todo lo que toca en mi vida…
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma