JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES Y JORNADA DE VOCACIONES NATIVAS

Constatamos que los seminarios y noviciados más numerosos del mundo, se encuentran en territorios de misión, en las Iglesias Jóvenes

Este domingo del Buen Pastor (IV de Pascua), día 12 de mayo, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, junto con la Jornada de Vocaciones Nativas.

Y ¿qué es la vocación para un joven? podemos decir sin equivocarnos  que es el sueño de Dios sobre su vida y su ser. Cada joven, cada persona es alguien pensado, amado y elegido por un Dios Padre que decidió crearnos y mirarnos con cariño.

“Di SÍ al sueño de Dios”

El lema de esta Jornada es: “Di Sí al Sueño de Dios”

El “sí” de la Virgen, dice el papa Francisco, “fue el «sí» de quien quiere comprometerse y el que quiere arriesgar” y entregando su vida para siempre al “sueño de Dios”; porque la vocación es ese sueño que Dios tiene para cada uno. 

Un sueño que “se pone en pie” a través de un diálogo: la llamada personal e intransferible con la que nos “primerea” el amor del Señor espera una respuesta de asentimiento desde nuestra libertad. Así lo expresó el Papa en la JMJ de Panamá: “Con María sigan diciendo «sí» al sueño que Dios sembró en ustedes”.

En esta Jornada no solamente se pretende dar a conocer la situación de las vocaciones en España e invitar a rezar por todas ellas; sino también las Vocaciones Nativas en los territorios de misión que son llamados “Iglesias jóvenes” donde hay una mayoría de jóvenes.

Constatamos que los seminarios y noviciados más numerosos del mundo, se encuentran en territorios de misión, en las Iglesias Jóvenes.

Los retos de las Iglesias jóvenes son grandes. Por ejemplo: la formación de los futuros sacerdotes y religiosos/as, atender a los pobres y refugiados, la formación de un laicado adulto y responsable, la apertura a la misión universal...

Y Obras Misionales Pontificias, por medio de la Obra de San Pedro Apóstol, nos hace ver en esta Jornada que, para que un territorio deje de ser “territorio de misión”, tienen que surgir vocaciones propias que puedan atender las necesidades de las comunidades cristianas de aquellas tierras; y que debemos colaborar con nuestra oración, para que broten esas vocaciones nativas, y con nuestra ayuda económica, para que puedan formarse y fortalecerse.

Secretariado Diocesano de Misiones