En un pueblo de España,
Calzada de Calatrava, las ánimas siguen pidiendo ayuda
En
Calatrava de la Calzada (España) se da una peculiar tradición: Todas las tardes
de cuaresma sale en procesión el “Pecado Mortal”. Se trata de parejas de
mujeres que llevan un antiguo farol de aceite, un cestillo y una campanilla con
la que anuncian su presencia.
Recorren
las calles recordando a todos lo efímero que es la vida y pidiendo limosnas
para las ánimas del Purgatorio. Con el dinero recogido se celebrarán misas para
la redención de sus almas. Se trata de una tradición del siglo XVII que aún
pervive en esta localidad española: Las cofradías de Ánimas.
Ahora simplemente se pide limosna, pero antiguamente se cantaban canciones con las que animaban a ayudar: ”Para los que están en pecado mortal, para hacer bien y decir misas”.
Ahora simplemente se pide limosna, pero antiguamente se cantaban canciones con las que animaban a ayudar: ”Para los que están en pecado mortal, para hacer bien y decir misas”.
Las Cofradías de Ánimas
Hay
que remontarse a los siglos XIV y XV para entender la importancia de las
cofradías de ánimas que posteriormente fueron apareciendo. Las guerras, las
epidemias y la crisis ecónomicas diezmaron la población e hicieron que la
preocupación por el más allá y la muerte aumentara de manera exponencial.
La
muerte era algo cercano y conocido. Por ello la población comenzó a preocuparse
no tanto por lo inmediato sino por lo trascendente. Había que asegurarse el
acceso al cielo y al paraíso y si eso no ocurría había que tener ayuda desde la
tierra para que pudieran purgarse los pecados. Estas cofradías de ánimas
ayudarían a todos los familiares fallecidos. Surgen capillas, altares, lugares
especiales de oración e incluso procesiones como esta del “Pecado Mortal”.
El pecado mortal
Hay
una leyenda en Calatrava de la Calzada que cuenta que una mujer joven murió en
pecado mortal y todos los miércoles de ceniza salía por las calles de la
localidad con una campana para recordar que todos, tarde o temprano deberán
rendir cuentas por sus pecados. De ahí el nombre de esta tradición.
No
obstante, lo que no es leyenda sino muy real es la ordenanza que la Orden de
Calatrava realizó en el año 1670: “Como las Iglesias que están edificadas en
tierra de nuestra Orden sean suyas, así las limosnas que en ellas se hacen
pertenecen a la misma Orden; y queriendo proveer en lo que toca a las limosnas
que se hicieron por las Ánimas, que están en Purgatorio esperando el refrigerio
de los vivos, ordenamos, que el Beneficiado que fuere en Iglesia de la Orden,
ahora sea del Hábito de ella, o de la Orden de San Pedro (de cualquier otra
orden), con otras dos buenas personas del Pueblo, cuales el dicho Pueblo
escogiere, y nombrare, tengan en fiel deposito, y guarda las dichas limosnas”.
La
tradición ha ido siguiendo año a año, siglo a siglo y ha llegado hasta nuestros
días. En Calatrava de la Calzada se sigue pidiendo por las ánimas con una
oración que ha pervivido gracias a la tradición oral:
“Para los que están en
pecado mortal, para hacer bien
y decir misas.
Si las Ánimas Benditas
llegaran a tus umbrales,
dales limosna, devoto,
porque pueden ser tus padres. Por los que están
en pecado mortal,
para hacer bien.
Es el pecado mortal,
un cuchillo envenenado; el
que se corta con él puede morir condenado.
¡Oid, cristianos, oid!
Lo que las ánimas penan:
Unas penan de los brazos; otras de pies y cabeza;
otras de pozos de nieve;
que son diferentes penas.
El padre llama a la hija;
el pariente a la parienta;
el marido a la mujer,
le dice de esta manera:
-¡Esposa del corazón! ¿Cómo de mí no te acuerdas? ¿Como no ruegas a Dios
que me saque de estas
penas y me lleve a descansar
a su Santa Gloria
Eterna?”.
Alvaro Real
Con
información de la Semana Santa de Calzada de Calatrava
Fuente:
Aleteia