En el Día Mundial contra la esclavitud infantil, los
llamamientos del Papa para eliminar este “despreciable fenómeno” por el cual se
deberá “rendir cuentas a Dios”
Una “plaga”: con esta palabra, en más de una ocasión
el Papa condenó desde el inicio de su pontificado el trabajo que vuelve
“esclavos” a los niños, que va en contra de su dignidad, privándolos de una
infancia serena, llena de amor familiar y educación.
En memoria de
Iqbal Masih
Ayer 16 de abril, Día Mundial contra la esclavitud
infantil, promovido por el Movimiento Cultural Cristiano, se recuerda el
asesinato del pequeño Iqbal Masih, ocurrido en 1995 por haber intentado
promover la defensa de los niños de la explotación en el trabajo. Iqbal,
con sólo 12 años de edad, se había transformado en la voz que denunciaba las
mafias textiles de Paquistán. Él mismo había sido cedido a 5 años de edad
a un fabricante de alfombras y trabajaba junto a otros niños en una fábrica,
explotado y privo de libertad, castigado por cada pequeño error y por cada
intento de rebelión.
Comunidad
internacional tome medidas
"Un despreciable fenómeno en aumento sobre todo
en los países más pobres": recordó Francisco al inicio del su pontificado
durante la audiencia general que celebró, como cada miércoles, en la Plaza de
San Pedro el 12 de junio de 2013.
“Son millones, sobre todo niñas, los menores obligados
a trabajar, principalmente en el trabajo doméstico, lo que comporta abusos y
maltratos. Se trata de esclavitud y espero que la comunidad internacional tome
más medidas para afrontar esta auténtica plaga", exhortó el Papa.
Subrayando que “todos los niños del mundo tienen que
tener derecho a jugar, estudiar, rezar y crecer en una familia y en el contexto
armónico del amor" el Obispo de Roma afirmó con fuerza:
“Esta gente, en vez de dejarlos jugar, los hace
esclavos, es una plaga”
Y ante las decenas de miles de personas presentes en
la Plaza de San Pedro recordó que “una niñez serena permitirá a los niños mirar
con confianza hacia el futuro".
“¡Ay de aquellos que ahogan en ellos el gozoso impulso
de la esperanza!”
Quien vive del
trabajo esclavo, no tiene el amor de Dios en el corazón
En la catequesis del 11 de junio del 2014, dedicada al
“temor de Dios” Francisco expresaba:
“Pienso en aquellos que viven de la trata de personas
y del trabajo esclavo: ¿ustedes piensan que esta gente tiene en su propio
corazón el amor de Dios, uno que trata las personas, uno que explota las
personas con el trabajo esclavo? ¡No! No tienen temor de Dios. Y no son
felices. No lo son”. “Que el temor de Dios les haga comprender que un día todo
termina y que deberán rendir cuentas a Dios”.
No a modelos
económicos que explotan a los más débiles
Hablando al Cuerpo Diplomático en enero 2018, el Papa
Francisco afirmaba:
“El flagelo del trabajo infantil pone en peligro
seriamente el desarrollo psicofísico de los niños, privándolos de la alegría de
la infancia, cosechando víctimas inocentes. No podemos pretender que se plantee
un futuro mejor, ni esperar que se construyan sociedades más inclusivas, si
seguimos manteniendo modelos económicos orientados a la mera ganancia y a la
explotación de los más débiles, como son los niños. La eliminación de las
causas estructurales de este flagelo debería ser una prioridad para los
gobiernos y las organizaciones internacionales, que están llamados a
intensificar sus esfuerzos para adoptar estrategias integradas y políticas
coordinadas, destinadas a acabar con el trabajo infantil en todas sus formas”.
María Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
Vatican News