El arzobispo de Valencia
y Jaime Mayor Oreja presentan un libro sobre la protección del nasciturus del
profesor Antonio José Sánchez
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El cardenal Antonio Cañizares en el acto de la UCV. |
Ayer se presentó en Valencia, en la sede de la Universidad
Católica de Valencia (UCV), el libro “La protección del nasciturus en el
Derecho Español y Comparado”, coordinado por el profesor de la Universidad de
Sevilla Antonio José Sánchez Sáez.
En la presentación intervinieron el ex
ministro Jaime Mayor Oreja y actual portavoz de la plataforma “One of us”, y el
Gran Canciller de la UCV, el cardenal Antonio Cañizares.
Por todo ello, el cardenal alentó
a “defender con urgencia la vida, la del ‘nasciturus’ y la del ‘moriturus’, puesto
que la eutanasia es ir atrás en una sociedad en desarrollo, y resulta
sorprendente que esto se haya abanderado como propuesta electoral”.
Eutanasia, ideología género…
Mayor
Oreja afirmó que “Europa se ha quedado como un cuerpo sin alma, y por eso es
necesario repensar, refundar, renovarla y fortalecerla en el ámbito moral y
jurídico”, recordando el reciente ‘Manifiesto por una Europa fiel a la dignidad
humana’ de la plataforma cultural que preside.
“Europa nació como un grito a favor de la
vida, sobre todo tras la II Guerra Mundial, de manera que el lema ‘No nos
matemos más’ fue su arranque, pero ahora Europa se ha olvidado de sus
orígenes”, afirmó Mayor Oreja.
Para
el portavoz de la plataforma la legitimación del aborto ha sido el
detonante de la crisis. “Con el aborto como derecho
empieza una desnaturalización del hombre y una concatenación de procesos como
la eutanasia, la ideología de género o la maternidad subrogada, una
suma de falsos derechos que desnaturalizan la persona”, afirmó.
“No vivimos una crisis económica o
social, sino personal, de manera que aquellas doctrinas que nacieron con el
nazismo o el totalitarismo soviético están llegando no por la revolución sino
por la vía de nuestra crisis personal”, destacó Mayor Oreja, para subrayar que
“tenemos una gran batalla en defensa de la cultura de la vida frente a la
administración de la muerte”.
“El Derecho Español no ha estado a la altura de la vida”
El
coordinador de la obra, Antonio José Sánchez Sáez, afirmó en su intervención
que “las leyes y la jurisprudencia españolas no han estado a la altura de un
valor absoluto como es el derecho a la vida: primero permitiendo el aborto
despenalizándolo; luego con tres causas de aborto; y por último como un derecho
absoluto de la mujer”.
Sánchez Sáez aportó argumentos que
defienden que la persona no nacida, tanto en la normativa comunitaria de la
Unión Europea de protección al infante o de la ONU, como en la jurisprudencia
de diversos países.
Respecto
a España, aludió a que “en nuestra Constitución está recogido el derecho a la
vida, con la redacción original del derecho a la vida de ‘todas las personas’,
una apelación a la globalidad de la vida humana que no empieza con el
nacimiento sino con la gestación”.
El
profesor de la Universidad de Sevilla invocó también argumentos que tienen que
ver con el Derecho Natural, “pues el concepto de persona humana es diferente al
de personalidad jurídica: así, aunque la personalidad jurídica hable de persona
siempre como el nacido separado del claustro materno, la
teoría filosófica de la personalidad humana habla también del embrión”.
El “argumento de lo absurdo”
“En
Derecho no existen leyes con fecha de inicio y caducidad, no tiene sentido proteger
la vida humana desde la semana 14 y desprotegerla hasta la semana 14, pues
esto es lo que llamamos el argumento de lo absurdo: es como decir que no se
puede asesinar a nadie hasta que no tenga sesenta años, y a partir de esa edad
sí porque son personas más débiles”, destacó Sánchez Sáez.
“Se
están proponiendo leyes para matar a niños hasta que nacen y ¿después de
nacidos no? El niño es el mismo, por el hecho de estar en el claustro materno
no se le añade nada que no tuviera antes, su dignidad es plena, absoluta, es un
ser humano con toda potencialidad”, afirmó.
“La
vida es un valor de derecho natural, y cualquier persona honesta – sea atea,
musulmana, católica – debería defenderla”, concluyo el profesor, invocando
también que la ciencia lo corrobora: “Desde el momento de la unión de los dos
gametos, masculino y femenino, se forma un tercero con un ADN distinto, con un
corazón propio”.
Fuente:
ReligiónConfidencial