“Jesús quiere que el amor de Dios triunfe sobre el odio y el resentimiento en cada corazón”
El Papa a la hora del Ángelus dominical (Vatican Media) |
A
la hora del Ángelus, que siguió a la misa conclusiva del Encuentro sobre la
Protección de los Menores en la Iglesia, el Papa centró su reflexión sobre el
“perdón” y el "amor a los enemigos" capaces de transformarnos para
hacer el bien “sin intercambio”
“Debemos
perdonar porque Dios nos ha perdonado y siempre nos perdona”: lo ha recordado
el Papa Francisco este mediodía a la hora de la oración mariana del Ángelus,
ante una soleada plaza de San Pedro repleta de fieles, romanos y peregrinos,
que allí se congregaron para rezar junto a él y escuchar la enseñanza del Sumo
Pontífice.
El amor a los enemigos
Francisco
parte del pasaje del Evangelio de Lucas que se refiere a “un punto central y
característico de la vida cristiana: el amor a los enemigos”. Jesús habla
a sus discípulos, a aquellos que lo “escuchan” y les comanda que amen a sus
enemigos: “No es una opción, es un comando”, evidencia el Pontífice, recordando
que Jesús sabe bien que “amar a nuestros enemigos va más allá de nuestras
posibilidades” pero Él se hizo hombre para no “dejarnos así como somos” sino
para transformarnos en personas capaces de un amor mayor.
El distintivo del
cristiano
“Jesús
quiere que el amor de Dios triunfe sobre el odio y el resentimiento en cada
corazón” prosigue el Obispo de Roma porque “la lógica del amor, que
culmina en la cruz de Cristo, es el distintivo del cristiano” que nos “lleva a
salir al encuentro de todos con el corazón de hermanos y hermanas”.
Ser misericordiosos como
lo es nuestro Padre
Pero
¿cómo hacer para “superar el instinto humano y la ley mundana de la venganza?”
El Papa es claro: hay que seguir el ejemplo de nuestro Padre, “ser
misericordiosos” como Él y “escuchar" a Jesús. De esta manera,
comenzamos a asemejarnos verdaderamente a Él y nos volvemos “capaces de cosas
que nunca hubiéramos pensado que podríamos decir o hacer”, y “nos descubrimos
capaces de ternura y bondad; ¡y sentimos que todo esto no viene de nosotros,
sino de Él!”
La cultura de la
misericordia
“Este
mandato de responder con amor al insulto y a la injusticia, ha generado una
nueva cultura en el mundo” – explica el Pontífice – es “la cultura de la
misericordia, que da vida a una verdadera revolución", la “revolución de
la misericordia cuyos protagonistas son los mártires de todos los tiempos”.
Es posible vencer el mal
con el bien
El
Papa insiste en que debemos perdonar como lo hace Dios y “si nuestros corazones
se abren a la misericordia, si el perdón se sella con un abrazo fraterno y se
estrechan los lazos de comunión – explica - proclamamos ante el mundo que es
posible vencer el mal con el bien”.
De la mano de María,
dejarnos tocar por el perdón
Y
concluyendo Francisco pide a la Virgen María que “nos ayude a dejarnos tocar
por esta palabra santa de Jesús, ardiente como el fuego, que nos transforma y
nos permite hacer el bien sin reciprocidad, dando testimonio en todas partes de
la victoria del amor”.
María
Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
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